Apreciados amigos:

Me fui del Opus Dei hace ya 14 años,  tras una estancia de 13. En todo este tiempo apenas he tenido ningún contacto con alguien de “dentro” o de “fuera” que me permitiera un simple intercambio de opiniones. Por eso, encontrar esta página y leerla de cabo a rabo fue todo uno.

Cuando me marché recuerdo que lo hice con dos ideas claras: la primera, que mi salida de la Obra no debía afectar a mi fe ni a mi relación con Dios, y la segunda, no confundir las partes con el todo y viceversa, es decir, considerar a cada persona de forma individual y no por su pertenencia o no.

Bien, pues hoy escribiré sobre la primera idea, y dejo para otro día unas consideraciones sobre la segunda. Como apunté arriba, he leído prácticamente todos los escritos publicados y he empezado a participar en el chat. Y me ha sorprendido descubrir tanto en los escritos como en el chat, ciertas posturas que podían resumirse en: “Me he ido del Opus, ya puedo hacer todo”, es decir, como si con la dispensa de los compromisos, también quedase implícita la dispensa de seguir cumpliendo con la doctrina de la Iglesia Católica.

Me parece un error identificar doctrina común de la Iglesia con espiritualidad propia del Opus Dei. Entiendo y comprendo la postura (aunque no la comparta) de aquellas personas que dejaron el OD por problemas de fe en general y que por tanto, al salir también renunciaron a seguir una vida acorde con la fe católica. Pero me cuesta más entender, a aquellas que dejaron el opus por otros motivos que nada tenían que ver con la fe ni la doctrina y moral católicas y argumentan que, aspectos relacionados con la moral sexual, la eutanasia, justicia social etc. bien definidos por la Iglesia, eran exclusivos de la ascética del opus.

El que los miembros de la Prelatura hagan una hora de oración mental, reciten las preces, asistan a un curso de retiro al año, o no merienden los sábados lo hacen en virtud de su pertenencia al OD. Sin embargo, el no usar preservativo, cumplir con el precepto dominical, no ver determinadas películas o vivir el ayuno y abstinencia en cuaresma, lo hacen como católicos, independientemente de su pertenencia o no.

El hecho de que determinados preceptos vigentes en la Iglesia Católica nos parezcan adecuados o no, es objeto de otro debate, pero de un debate entre católicos, dejando de lado si son del opus, de las hermanitas de los pobres o de los misioneros combonianos.

Además, y por último, supongo que muchos os habréis dado cuenta de la fuerza moral que da ante los demás el ser un católico consecuente y no pertenecer a nada. Por eso mi respuesta ante la típica interpelación en el ámbito profesional, social, familiar de  “Claro, te entiendo por que tú ¿eres del opus no?” la respuesta: “pues no chaval, no soy del opus, sólo soy del Atlético de Madrid”.

Un cariñoso abrazo a todos,

Alatrixte