Acabo de leer el texto de EBE, "
La conciencia y la Obra". Estupendo! Escribo para felicitarle y darle gracias por el inmenso regalo que nos hace a todos con esas reflexiones.
Todo el texto es muy rico y los puntos que toca, todos, dan en el meollo de la problemática de la organización. Eso dicho, quiero destacar la
parte publicada el 12 de septiembre, donde dice:
"Los que creen, conducen su vida desde los ideales. Los que gobiernan las vidas de estos, no creen en los ideales, gobiernan desde el pragmatismo, cuando no del cinismo. Son políticos, no personas espirituales como habrían de esperar los que creen. Y éstos idealizan a los directores y creen que todo lo que deciden procede de una sublime disposición espiritual. A su vez, quienes gobiernan, predican los ideales como parte de su política, pero jamás permiten que los ideales limiten (y menos aún dirijan) la política que llevan a cabo. Los ideales tienen fuerza para seducir y convocar a creer, pero poca o ninguna fuerza para que los que creen exijan nada al que gobierna".
No creo que se pueda sintetizar con más acierto o con menos palabras el nudo existencial que ha representado esa constatación en la vida de casi todos los que nos reunimos en OpusLibros.
No por casualidad tantos testimonios (
el mío, incluso) coinciden en apuntar el momento en que se pasa a tener un cargo de gobierno en la organización como el punto de inflexión de la trayectoria vital en la organización.
Además de eso, releer esos textos que tan certeramente citas para apoyar tu analisis tiene un efecto "exorcizante". Por la primera vez desde mi salida he podido leer esos textos sin experimentar una revulsión emocional.
Miles de gracias, EBE, por tu trabajo y, por favor, sigue con las partes siguientes.
R.
