El camino del agua III.- Samurai
Fecha Monday, 12 September 2005
Tema 010. Testimonios


Queridos Orejas todos:

Creo que ha llegado el momento de contar como fue mi "pitaje". No es que quiera parecer diferente de nadie, pero aún no he visto en la web un caso como el mío. Y es que tiene ciertas peculiaridades que lo hacen bastante diferente. Y es que fue un pitaje con "poli bueno y poli malo".

Os cuento:

El caso es que yo andaba por ahí a mis quince añitos aprox., iba de vez en cuando por el centro pero intentaba escaquearme de las meditaciones siempre que podía. Cuando me llamaba mi "pitufo", esto es, numerario encargado de mi pitaje, al que llamaremos Mernabo, le daba largas, mareaba la perdiz, etc.

Así que un buen día, aparecí por el centro, y el director (que casualmente fue el que intentó extorsionar a mi padre, como ya conté en un escrito anterior), me llamó a su despacho.

Poli Malo I
Allí fue donde, gritándome, me dijo que por qué estaba dando largas al pobre Mernabo, que no iba a las meditaciones ni a los círculos, y que por mi culpa el pobre Mernabo estaba destrozado, que Mernabo se mortificaba mucho por mi y que yo no hacía nada, y que para qué creía yo que estaba el centro, si para organizar convivencias divertidas. A esto último le contesté que sí, imaginaos qué inocencia la mía. Entonces, sin parar de gritar, me dijo que no, que estaban para hacer el opus dei, y patatín patatán, que yo era un desagradecido, y lo mucho que estaba haciendo sufrir a Mernabo por mi negligencia espiritual, y que en ese mismo momento me echaba del centro, y que no podría volver nunca más, y que entrase en una salita contigua y esperase a Mernabo y le pidiese perdón, y me largase y no volviera más por allí. En ese momento yo empecé a llorar, joder, nunca me habían echado una bronca de ese calibre por una gilipollez semejante, ni me habían echado de ningún sitio con tan malos modos, ni podía asimilar yo tampoco todo el rollo ese del sufrimiento oculto de Mernabo.

Poli Bueno I
Paso a la salita contigua llorando a moco tendido y al cabo viene Mernabo.  Me dice que no pasa nada, que me perdona, que el director no está muy cabreado conmigo y que si se lo pido no me echará, pero que tengo que cambiar y cuidar más mi vida espiritual, etc, etc.

Poli Malo II
Yo, derrumbado, hablo con el director y me permite seguir yendo "pero sólo en consideración a Mernabo", y yo a partir de ese momento me sumerjo en la vida del centro.

Poli Bueno II
Tan sólo dos semanas después, sin yo esperármelo de ninguna de las maneras, en una convivencia organizada creo yo prácticamente sólo para eso, Mernabo me dice que si alguna vez he pensado en entregarme a Dios, y todo el rollo de lo que "Dios te pide" tan utilizado y manido. El caso es que la idea me parece buena desde el primer momento, él me dice que me lo piense y a los dos días le digo que sí, que vale, que creo que merece la pena entregar toda mi vida a Dios si Él me lo pide. Mernabo me dice entonces que si quiero ser de la obra, que se lo pida al director.

Poli Malo III
Cuando voy a pedírselo al director, resulta que el colega me dice que no, que yo no puedo ser de la obra, que patatín patatán, que debo rezar mucho, para saber si tengo o no vocación, etc, etc.

Poli Bueno III
Cuando voy a hablar con Mernabo, este me dice que sí, que rece y eso, pero que siga pidiéndole al director ser de la obra, que se lo pida mucho, dándome a entender que mi insistencia tendrá al final el premio de la admisión como adscrito.


Se alternan y repiten los episodios Poli Malo III y Poli Bueno III durante tres meses, en los que el centro se vuelca conmigo, todo el mundo es muy simpático, a pesar de que yo por aquel entonces era un gilipollas inmaduro y les debía caer como una patada en los mismísimos, como más tarde al irme pude comprobar; incluso algún tipo que no conozco, proveniente de la Delegación, cosa que yo descubriré más tarde, me dice como confidencialmente: "me han dicho que estás Muy Bien".

Al final soy autorizado a escribir la carta al consiliario.

Observad que yo en ningún momento sospeché que toda la información relativa a mi era compartida por Mernabo -el pobre Mernabo- y por el director, y que todo formó parte de un plan orquestado para dar la impresión de que "me resultó muy dificil entrar". Impresión que yo jamás tuve, por cierto. Todo fue fácil. Iniciado por ellos y terminado por mí, en una decisión aparentemente libre. Pero de libre nada.

Espero que mi historia sirva a alguien, por lo menos para echarse unas risas. Yo me río al ver lo capullo que era por aquellos entonces. La filosofía que subyace detrás no es graciosa. Es lo más parecido a los métodos de asalto mental e interrogatorio qe se haya visto. Menos mal que era la Voluntad de Dios...


Samurai.
(Lo dicho, seguid el camino del agua, que el del whisky no os lleva a ningún sitio)

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