Queridos amigos:
Vuelvo para decir que gracias a Opuslibros me he reconciliado con la Obra. Cuantos más testimonios leo, más comprendo lo que me pasó y a los que me trataron. Si quedaba en mí algo de resentimiento, ha desaparecido. Ahora sólo queda agradecimiento. En esta página hay tal variedad y calidad de personas que cuentan tantas cosas desde tantos puntos de vista, que al final se te acaban abriendo los ojillos y se les caen unas como escamas (perdón por el tronco) y, si tienes ganas de ser feliz, acabas viendo sólo lo mejor.
Eso no quita que yo no quiera volver allí ni muerto. Con la Obra me ocurre como con el ejército: no me gusta su disciplina, pero me gusta que exista y entiendo que a otros les guste. De hecho estoy seguro de que si se hiciera una página donde cada cual cuenta su mili, saldría de todo, bueno y malo, porque a lo que uno le quiere encontrar virtudes, se las encuentra a mogollón y si le quiere encontrar defectos, más todavía.
A mí me sirvió de verdadera terapia contar aquí en dos tandas mis lances en la Obra ("Entre el camello y el león"). Al contarlo, me sentí reconciliado, satisfecho de mi pasado y responsable de mis actos, no víctima inocente de unos malvados.
Me ha conmovido Nacho al considerar treinta y pico años de su vida como un engaño. Y lo invito, pese a ser más joven que él, a que no caiga en la trampa del resentimiento, consistente en verse como una víctima de una gran mentira. Hay que desprenderse de la teoría de las conspiraciones universales: igual que uno es muy complejo, también lo es el Opus Dei.
Respecto a lo de dar nuestros nombres reales, creo que aquí casi nadie se esconde en un alias por un absurdo miedo a la Obra (yo le temo más a Polanco, por ejemplo). Al menos en mi caso, me puse un alias para poder contar sin reparos las cosas que cuento y para no dar nombres de nadie. El anonimato suelta la lengua. Si eso le quita veracidad al escrito, al menos es más noble.
Tengo curiosidad por saber quién (y por qué) empezó a llamar a la Obra la Opus. Que yo sepa, siempre se dice el Opus o la Obra, pero no la Opus ni el Obra. Opus en latín es una palabra de género neutro y esas palabras, al pasar al castellano, adoptan el género masculino, que es el menos marcado, no el femenino. Que en castellano opus signifique obra no significa que haya que ponerle el artículo en femenino, por lo mismo que currículum significa carrera y no por eso decimos la currículum. Así que supongo que llamar al Opus la Opus tiene alguna intención estilística.
Un abrazo a todos
Epi
Nota de Brian. La anécdota que dio pié a que muchos se refieran en esta web a la Obra como "la Opus" la cuenta Satur en uno de sus escritos. Está al final de uno titulado "Un día me sentí raro".
