Hola Orejas:
Cuando se habla del poder opusiano tendemos a pensar en su infiltración en empresas, partidos políticos, corporaciones de todo tipo. Sin embargo, una parte importante de ese poder es el que logran tener sobre las mentes de las familias de los ex y de los propios ex. En los mensajes del pasado miércoles 30 de agosto hay varios ejemplos.
En
uno de ellos se nos habla de un ex numerario casado cuyo hijo con 17 años se hace numerario. De otra persona que
escribe pero que no se atreve a dar su nombre porque si se entera su madre de 70 años le daría un gran disgusto, y para finalizar se trae a colación
un texto de Alejandro Llano, numerario que vive gracias al opus (supongo que en la
clasificación de Flanpan este entraría en el modelo numerario famoso). Ese texto habla de los grandes poderes frente a los cuales el individuo en personal no es nada. Esto es cierto, pero desde luego no tiene sentido ni verdad ninguna que lo diga un ex rector y catedrático de la universidad de Navarra, pues como digo Llano le debe todo a la organización a la que pertenece. ¿Qué le pasaría si fuera valiente, lo dejara y denunciara todo lo que sabe? ya lo sabemos, además tiene la desgracia de pertenecer a una familia de "renombre" dentro.
Con lo cual
Marlies tiene toda la razón, en la página se cuentan las penas y los horrores, pero luego seguimos al lado de ellos, incluso hay quien se sigue confesando con sus curas y charlando de vez en cuando. Con lo cual las cosas se quedan donde están. Los familiares de los etarras defienden a sus hijos presos, hacen manifestaciones y piden que los lleven a cárceles del país Vasco. Y hablamos de criminales. Los familiares de ex numerarios y numerarios se ponen de parte de la secta cuando hay un problema.
Lo justo, lo correcto sería que si soy supernumeraria engañada y me devuelven a mi hijo enfermo después de una entrega de años, la siguiente que se va soy yo. Pero no, la supernumeraria sigue adelante, y pone por delante del amor materno el amor a la secta. Si mi madre me hace eso, sé que he perdido a mi madre, no por mi culpa sino por la suya.
Un ex numerario no es un criminal, al revés, es una persona que fue estafada, no es culpable, es la mentira opusiana la que te hace sentirte culpable. Por eso el primer paso para que algún día las cosas se solucionen es que seamos nosotros, los ex, los que tengamos huevos para poner las cosas en su sitio en nuestra vida. Cortar con quien nos engañó, y mirar al resto de la humanidad que es mucha.
No tenemos porqué vivir la vida de nuestros padres ni hermanos, ni amigos opus, y llevar a la espalda las etiquetas que ellos nos ponen. Y un cuerno. Para mí ese es el verdadero poder de la secta, no liberarse mental y afectivamente de ellos.
Un abrazo a todos,
Ana Azanza
