Disculpas en nombre de mis hermanos directores.- Alfonso
Fecha Friday, 26 August 2005
Tema 090. Espiritualidad y ascética


Hola:
 
Mi nombre es Alfonso y soy miembro supernumerario de la Obra. Iba a consultar la página de la Obra para ver si había alguna novedad y he aterrizado por error en la vuestra. En primer lugar, quisiera expresaros mi solidaridad como persona por la situación de dolor y frustración por la que- salta a la vista- estais pasando. Lamento profundamente que la palabras y/o acciones de algunos de mis hermanos directores hayan podido heriros y provacar resentimiento y -acaso odio-  como consecuencia hacia el Opus Dei. Os suplico perdón en nombre de ellos. Ya sé que algunos de vosotros habéis dedicado a la Obra muchos años de vuestra vida y no quiero parecer banal, pero me ha llamado poderosamente la atención el hecho de que a estas alturas os sorprendais de que las personas se equivoquen en sus apreciaciones subjetivas y que las opiniones, consejos y advertencias que os hayan podido formular puedan provocaros tanto desasosiego y tanta falta de paz. Creo apreciar una falta notable de autoestima por vuestra parte- y no soy psicólogo- a la hora de tomar decisiones, pues, desde luego, no pareceis mostraros  muy seguros del camino emprendido. De no ser así, ¿qué os importa lo que digan los textos de nuestro Padre sobre la no perseverancia en el Opus Dei? ¿Qué más dá? Si uno tiene claro que no quiere seguir, ¿qué importa lo que te digan?. Hay que tener un poquito más de madurez humana, que a nadie le ponen una pistola en el pecho para que se quede. Pareceis haber olvidado que los textos de nuestro Padre son meditaciones sobre temas ascéticos para invitar a la reflexión y para que uno, desde la libertad, la madurez  y la responsabilidad saque sus propias conclusiones. Y eso- por muy mal que se hayan portado vuestros directores con vosotros- es lo fundamental. 
 
Hasta cierto punto me parece muy bien que querais prevenir a la gente de que sea madura y responsable en sus decisiones y de que nadie decida por ellos, pues la verdad dudo que al Señor le interese para la Obra personas inmaduras o dubitativas en su entrega (aunque todos de alguna manera lo seamos a veces) . En definitiva, desde el mayor de los respetos que como personas que han dedicado parte de su vida a la Obra os mereceis, os suplico que rectifiquies, si fuera el caso, todo intento de hacer daño a personas o instituciones de la Iglesia y que sigais disponibles para Ésta- en la medida de vuestra generosidad- para seguir trabajando por el Reino de Cristo, al cual, estareis conmigo,  A PESAR DE NUESTRO DEFECTOS, nos debemos. Muchas gracias. Un abrazo.
 
Alfonso
 
(Nota en nombre de la web de Brian y Claire Fischer. No se sabe si es peor (o mejor) cuando escribís bajo guión o cuando escribís por libre. En tu caso, has escrito por libre porque sin darte cuenta, te has cargado todo el armazón que sustenta al Opus Dei: ¡la obediencia a los directores y por ende, la Voluntad de Dios para con los fieles de la prelatura!. ¿No sabes que de los directores proviene la voluntad de Dios en el Opus Dei?. Si lo que dicen los directores, según tú, es "subjetivo" le has enmendado la plana al Fundador y has abierto las puertas de la prelatura de par en par para que vayan saliendo, sin escrúpulos de conciencia, los que quedan dentro. Decía el fundador: "Hijos míos, ¡muy unidos a la cepa!, pegadicos a nuestra cepa, que es Jesucristo, por la obediencia rendida a los Directores" (Tertulia 1-I-1959); "La obediencia es fruto del amor al Señor, de querer cumplir su voluntad, que se nos manifiesta a través de los Directores". (Meditaciones Tomo IV.Meditación nº 359 pag 297). Tienes millones de citas del mismo tipo si lees las Meditaciones internas, los vademecums y las Glosas, y si estás atento a las charlas que escuchas, al sacerdote con el que te confiesas y al laico que dirige tu alma. Los directores repiten lo que tienen que repetir; los "malos" no son ellos, ellos obedecen a su vez a sus directores, que a su vez obedecen a otros directores y así sucesivamente, hasta llegar "a la cabeza". Obedecen al espíritu de la obra, a "lo inamovible y eterno", a lo que Escrivá dejó esculpido y que Alvaro del Portillo no tuvo recato en pedir "fidelidad" con las siguientes palabras durante la homilía de la Misa del Espíritu Santo con que se abrió el congreso electivo del nuevo padre a la muerte de Escrivá: "-En este momento solemne e irrepetible, pido a Dios que use de misericordia con nosotros, si no fuéramos fieles. Como tenemos el don de la libertad, si alguno se obstinara, podría ser infiel a la gracia de Dios y al espíritu de nuestro Padre. Si esto sucediera alguna vez, que los huesos del Padre, que tenemos aquí abajo, se levanten para maldecirle". (Salvador Bernal, Libro: Alvaro del Portillo, prelado del Opus Dei -1975-1994, capítulo 14: La herencia de un espíritu”) Y el caso es que tú tienes razón y has hecho muy bien en recordarlo a los que siguen dentro pero cuidado con los huesos del Padre, que podrían darte algún susto. Respecto a que tú pidas perdón "por tus hermanos directores", ahí te has pasado un poco. Tú tienes que pedir perdón a los que "tratas", a los que dirijes sus charlas si es que te han dado autoridad para ello, no a nosotros. Es el prelado quien tiene que pedir perdón, pero tampoco a nosotros porque ¿dónde y cuándo se ha visto pedir perdón a un prelado del Opus, a un "nuestro Padre" o "al Padre" por el daño causado en la conciencia de sus hijos? Pide perdón porque ha llegado tarde a la tertulia, que es muy ejemplarizante del amor a las "cosas pequeñas". Las "cosas grandes" son para otros. El prelado tiene que pedir perdón a la Iglesia y al Papa, por el daño que el Opus dei ha hecho y hace a una porción importante de hijos de Dios e hijos de la Iglesia, que somos nosotros y son los que están dentro de la Obra, incluído tú. Relée un párrafo de Benedicto XVI en su reunión con los jóvenes en Colonia: "Se puede criticar mucho a la Iglesia. Lo sabemos, y el Señor mismo nos lo ha dicho: es una red con peces buenos y malos, un campo con trigo y cizaña. El Papa Juan Pablo II, que nos ha mostrado el verdadero rostro de la Iglesia en los numerosos santos que ha proclamado, también ha pedido perdón por el mal causado en el transcurso de la historia por las palabras o los actos de hombres de la Iglesia". (Homilía del Papa en la vigilia con los jóvenes. COLONIA, sábado, 20 agosto 2005). Tu correo da para mucho pero mejor que sean otros quienes den su punto de vista. Nosotros seguiriamos, pero tenemos que seguir actualizando la web. Saludos y sigue escribiendo. Brian y Claire Fischer.)   








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