Sintetizar la problemática. A Javier Canals.- Claudia
Fecha Friday, 16 January 2004
Tema 140. Sobre esta web


Estimado Javier Canals.

Te hablaré en presencia de Dios y desde el corazón.

De las respuestas que recibiste ayer habrás confirmado que ni "mamporros", ni "palos"... sino apertura dialógica y respeto por tu punto de vista (aunque no se comparta del todo).

Gracias por expresar tu opinión, por participar. Sobre todo porque eres de la Obra (y sigo queriendo a mucha gente ahí). Yo era todavía de la Obra hace menos de un año. Y era tan numeraria como tú eres numerario. Como bien dices, conozco bien, muy bien, ¡más que bien! la VIDA en el Opus Dei: la llevo grabada en mi espíritu, en mi inteligencia, en mis afectos, podría decir que sigue marcando en algunas cosas de las que pienso y hago. Llevo a la Obra ¡hasta en mi cuerpo! ( y no lo digo sólo por la templanza adquirida. Incluso en ese terreno sé un poco más que tú, porque yo dormí en tabla 10 años, y en el suelo diariamente, por más de un año, porque no había lugar en las habitaciones de uno de mis centros).

Como tú, sé de ideales de entrega; de negación de uno mismo; de trabajo constante; de vencer el egoísmo intentando la alegría de los otros; de práctica de virtudes; de vida interior (las maravillas de una oración confiada en Dios; el gozo inefable de la presencia Eucarística; la sensación de alivio e ilusión tras una confesión; la lucha esforzada por motivos de amor para identificarse con Jesús; el arrebato gozoso de un canto gregoriano bien entonado en que el alma se escapa en notas de alabanza al Creador; de la alegría que provoca ver almas que rebozan de paz tras reencontrarse con Cristo; ...). Todo ello fruto de la maravilla del Cristianismo más puro. Parte de eso se puede encontrar en la Obra; yo lo encontré allí y por ello le estaré eternamente agradecida.

Eso, tan positivo, cuya raíz es universal, católica -e incluso simplemente "humana" en ciertas cosas-, es "patrimonio de la humanidad" (aunque dudo que la UNESCO lo tenga considerado así, je). Lo que de ello haya retomado el Fundador del Opus Dei a la hora de plantear la estructura de su institución, seguirá siendo atractivo y bueno de suyo (independientemente de que se integre como "parte del mensaje" que predica la institución), y dudo que alguien -al menos creyente católico- se atreva a negarlo. Ante eso creo que nada tenemos que decir (más bien vivirlo y comunicarlo con la vida, pero eso es cuestión personal, de conciencia).

Como numerario te cuestionas cómo es posible encontrar en la misma web un núcleo extenso de exmiembros en cuyo testimonio se refleja dolor y desilusión -en un caso hasta "amargura entre líneas"-. Y que entre sus escritos con dificultad encuentras se diga "algo positivo" sobre la Obra, además de que consideras injustas muchas "acusaciones globales". Y de paso sintetizas y expones las "culpabilidades" que supuestamente se imputan a la Obra conforme la "opinión de algunos testimonios de la web". Concluyes con que "no te parece que la realidad sea tan sencilla".

Pues coincidimos Javier, coincidimos: la realidad no es tan sencilla... y no se trata de "culpar" sino de esclarecer la verdad.

De ahí que tantos estemos tan preocupados por clarificarla. Porque de ello, amigo, depende que muchas personas, que como tú o yo, son o fueron numerarios, tengan más elementos para encontrar la verdad y para orientar sus vidas.

Me gustaría decirte al respecto sólo 2 cosas.

La primera es que hay algo muy sabio entre las cosas que te dijo Aquilina ayer... te lo digo con todo respeto (ya se lo he dicho a otra amiga numeraria que quiero mucho).

Javier, desafortunadamente no nos vas a entender del todo, aunque estés en la disposición de comprendernos. Y no nos vas a entender porque sencillamente careces de perspectiva (de alejamiento; de distancia; de ponderación sobre el binomio dentro-fuera del Opus Dei; del sufrimiento existencial que conlleva la salida; de experimentar la auténtica libertad y los riesgos de ser nuevamente "uno más").

Mientras tanto, nosotros ya vivimos lo tuyo...

Así como yo podría entender que me hables de "la alfombra para que los demás pisen blando", del "minuto heroico", de "la intención mensual general", de ser "aristócrata del Amor", de "entregarse como borrico de noria", de... (por mencionar ejemplos que cualquier lector ajeno a la Obra no entenderá en absoluto en su sentido pleno, en tanto tales términos carecerán del contenido y significado precisos que se les dan como "modo de vida al interior del Opus Dei"); así como podemos hablar sobre aquello que de que "las personas de la Obra miran al mundo "en tres dimensiones" o "son un farol encendido"" -a diferencia del resto de los mortales-;... pues así te puedo decir que te haría falta salir de ahí para quitarte los "anteojos" (me imagino esos con micas rojas y verdes), para que puedas volver a ver el mundo tal cual es, y para que puedas ponerte nuestros zapatos.

Quitarse los anteojos no implica ver 4 dimensiones (ni 5, ni 6, ni 7, ni nada que huela a convertirse en juez o intérprete absoluto del mundo)... quitarse los anteojos implica sencillamente aprender de la experiencia, aprender de la reinserción a una vida ordinaria, aprender a ver por uno mismo.

Como numerario seguirás viendo las cosas "desde dentro", realizando juicios conforme las pautas que te enseñaron (tus "tres dimensiones" como miembro de la Obra). No olvides que por Amor de Dios, conforme tu vocación divina en el camino del Opus Dei, aceptaste vivir así, pensar así, querer así... (aceptaste hacerte, SER OPUS DEI. Aplicaste en tu vida lo que dice la canción de Casa: "el derecho de no tener ya nunca ningún derecho"; Decidiste configurar tu voluntad a la "praxis" de la Obra, que en miles de aspectos de tu vida cotidiana contiene indicaciones concretas, predeterminadas, sobre cómo debes actuar, y te comprometiste a obedecerlas).

Dichas indicaciones, por principio, te impedirán acceder a la realidad tal y como podemos hacerlo quienes ya nos hemos ido.

Disculpa que sea tan concreta, pero la "visión tridimensional" que debes vivir (a menos que estés rompiendo las reglas), contiene indicaciones por las que no puedes leer "el mundo" en muchos temas clasificados en 5ª o 6ª (llámense libros, vida cultural, vida social...). Nosotros hemos tenido que aprender a leer de nuevo... y dicha lectura nos ha abierto muchos panoramas que tu jamás tendrás la oportunidad de conocer.

Dime, sinceramente ¿tienes permiso para leer opuslibros con todos sus contenidos? Porque para estarlo haciendo ahora (y por el tiempo que ya has de haber invertido en leer "con interés" la web), ya debiste comentarlo en tu charla fraterna semanal.

Y, nuevamente, conforme las instrucciones propias de la Obra para la dirección espiritual, estás obligado a compartir tus pensamientos, dudas, cuestionamientos, ilusiones, acciones (que surgirán en tu contacto con la web y con tantos exmiembros que deseas ayudar a "cambiar")... y sobre lo que te digan en torno a la web, tendrás que "aceptar rendidamente las indicaciones" que tus directores te den.

Javier, gracias por tus buenas intenciones, pero antes de intentar "cambiarnos" piensa:

¿Tienes permiso de la Obra y estás dispuesto a "aprender de la experiencia de otros" para cuando menos partir de un terreno sólido en tu intento? (por cierto que me gustaría nos explicaras ¿por qué y en qué nos quieres cambiar?).

¡Aprender de otros!, que tema más bonito... me recordó el "Sedes Sapientiae", la "humildad colectiva", los "faroles encendidos", el "apostolado de la inteligencia", el "lucero en la frente"...

Javier, comprende que nosotros sabemos cómo se ve sin-con-sin anteojos, o sea antes de la Obra, bajo la visión de la Obra, Y DESPUÉS de la Obra...

Quizá por eso sólo exmiembros puedan profundizar en la respuestas a Gustavo sobre el tema de "las dos verdades". O aclararle a Alfredo lo que pasa y se sufre en el proceso de salida (que nosotros ya vivimos), o contestar a Juan por qué ha tenido que surgir esta web, o reirse (sanamente, sin ánimo de ofender) con el "apostolado" que defiende Mariano, o responder a Cabernet por qué en la página oficial del Opus Dei no se habla de los diversos problemas que padecen los exmiembros (y mira que es un tema importantísimo conforme el gran número que existe -y que por lo visto continuará ampliándose-).

La segunda y última cosa: Te agradezco tus oraciones y ¡acepto tu ofrecimiento de ayuda! (y lo siguiente lo digo sin la más mínima ironía).

Javier, necesito volver a creer en varias cosas...

Me ayudarás mucho si con el permiso de tus directores continúas estudiando los testimonios de la web, analizando las causas del "dolor y desilusión" -que tú mismo reconociste y dices comprender- en tantos exmiembros, y elaboras un documento en que se sintetice la problemática que encontraste. Que la comentemos en público para que podamos ayudarte a matizar cómo vemos las cosas, y para sugerirte posibles cauces para mejorar la situación. Que le escribas al Padre contándole todo esto y envíes una copia a la Santa Sede y otra de nuevo a la web. Ambos rezaremos desde hoy por el asunto ¿qué tal?

Me despido y te incluyo "explícitamente" en mis oraciones por la Obra.

Saludos a todos.
Claudia







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