He visitado hoy por primera vez vuestra (me gustaría decir ya "nuestra") página y, aparte de agregarla a mis favoritos inmediatamente, no tengo casi palabras para describir lo que significa para mi, ex numerario hasta los 23 años... La página ha sido recomendada por un AMIGO DE VERDAD que antes, durante y después de mi marcha, estuvo conmigo. Sencillamente estuvo y se comportó conmigo como lo hizo antes, durante y después. Es decir, quedábamos de vez en cuando para tomar una copa y hablar de CUALQUIER COSA, DE TODO y sin ningún problema.
Se me agolpan muchas cosas en la cabeza (incluso he tomado algunas notas), recuerdos, sentimientos, culpa (¡aún!), asombro ante algunos artículos (asuntos de dinero, obigaciones que asumí como imperativas e intransigibles, ¡suicidios!, atención psiquiátrica a miembros...).
Siento incluso miedo de recordar o reflexionar sobre ciertas cosas que pueden resurgir y de remirar en las cicatrices que seguro (y después de visitar vuestra página estoy más convencido) están e incluso siguen y quizá seguirán estando toda la vida.
Creo que mi proceso de salida no fue largo ni excesivamente dificultoso pero, por supuesto, no tenía en esos momentos situaciones de comparación para valorar si fue no fue correcto dicho proceso en su momento.
Soy abogado y estoy casado con un hijo y otro en camino. Desde un punto de vista profesional, me doy cuenta ¡HOY! de lo arriesgado de ingresar en cualquier institución sin nada por escrito (que yo recuerde) o muy poco al menos. Sé que es un detalle quizá menor o estúpido pero no se me ocurre en absoluto recomendar a ningún cliente que se obligue a nada sin especificar por escrito en qué consisten las obligaciones.
En fin, tan solo quería con estas líneas agradecer vuestra existencia.
Sé que quizá me ha alargado demasiado y os pido disculpas por ello pero es que, en estos momentos, tras descubrir esta página, estoy sinceramente emocionado. Tan solo el hecho de poder leer, escuchar y compartir dicha experiencia es impresionante. Como sabréis mejor que nadie, este tipo de asuntos los entendéis vosotros. No es que sea difícil explicarlos (he hablado con mi mujer algunas veces) pero entiendo que no comprenda totalmente la situación en que estuvimos.
No sé si es procedente que os pida una respuesta o si conviene que participe en el foro (que, por cierto, no sé exactamente cómo hacerlo) o si os puedo pedir consejo en general. Sencillamente, creo que esta página es el cauce por el que, por lo menos, al fin, puedo decir, aunque sea por escrito, lo que llevo dentro desde hace mucho, mucho tiempo.
Ahora sí que me despido reiterando mis felicitaciones y agradecimiento por la felicísima idea de crear esta página, foro, o como se quiera llamar.
Un cordial saludo (y disculpad la extensión y el tuteo que me ha salido espontáneo),
Jordi
