Soneto al amigo Satur, por despedidas.
Satur, yo te agradezco los escritos
que prodigaste con gracejo hispano;
que me apreté la panza con la mano
como he llorado a veces casi a gritos.
Yo soy de Buenos Aires, sudacano,
el más pequeño de tus hermanitos;
no fui del Opus, ya por mis delitos
o por gracia de Dios, que soy cristiano.
Que vivas enredado por tu hiedra,
que un muro más de tu solar parezcas
y por siempre ignorado del dolor;
Que tropieces mil veces en tu Piedra
y su amor con mil besos agradezcas
y te premie con hijos el amor.
AbelDiaz
(ya sé que es malo, pero bueh, es lo que tengo)