Daños colaterales. A José Carlos.- José Antonio
Fecha Thursday, 15 January 2004
Tema 050. Proselitismo, vocación


Querido José Carlos:

Te ha costado mucho decir que eres cooperador.

Pero bueno, más vale aclarar las cosas tarde que no aclararlas nunca. Si lo hubieras dicho desde el principio estoy seguro que todos habríamos tolerado mejor tus planteamientos, pues las cosas que "se comprenden" son más fáciles de tolerar, aunque no se compartan.

Anécdota sin comentarios: Hace poco tiempo un numerario con encargo anti-web que no comprendía, y por eso no toleraba, lo que decimos en ésta página, pretendió insultarme en el chat diciéndome ¿pero tú, qué has sido, cooperador?

Pero centrémonos en tu correo de ayer, pues respecto a lo que planteas me gustaría puntualizar dos cuestiones :

1º/ Tú pretendes justificar al opus dando "tu versión", "lo que tú entendías", diciendo "a qué te llevaba eso", etc... pero nosotros no criticamos lo que tú entiendas que es o que debería ser el planteamiento del opus..., lo que nosotros criticamos es lo que hemos vivido como PLANTEAMIENTOS DEL OPUS EN VERSIÓN OFICIAL, al natural, sin conservantes ni colorantes, los cuales, frente a críticas razonadas de un ex numerario, es capaz de inspirar la pregunta mencionada: ¿pero tú qué has sido, cooperador?

2º/ Como cristiano, siempre creí -y creo- que las vocaciones a cualquier estado más o menos religioso las da Dios.

Por eso me parece disparatado, antinatural y anticristiano el montaje y la coacción psicológica que (según mi experiencia y la de tantos otros en ésta web) se utiliza en el opus dei para conseguir vocaciones.

La agresividad proselitista del opus dei creo que no es algo querido por Dios, y da lugar a muchas vocaciones falsas de gente que, de buena fe, cae sin darse cuenta en las redes del opus dei, y "se cree el cuento" de que "han visto" que tiene vocación.

Posteriormente, cuando uno descubre la realidad... el montaje..., los cupos..., y la coacción..., se da cuenta de que Dios no tenía nada que ver en su supuesta vocación. Pero el daño ya está hecho, y normalmente habrán pasado algunos años (o muchos). El opus lo interpretará como un "daño colateral" (así es la guerra), o como infidelidades, según el caso. Y la víctima lo interpretará como lo que es: un daño innecesario y, por tanto, injusto, realizado en nombre de Dios.

Las consecuencias de éste modo de actuar están a la vista: secuelas de dolor y sufrimiento en el alma (manoseada y engañada en nombre de Dios), secuelas de desconfianza hacia cualquier clase de organización (ya tuvimos bastante con el opus, ¿cómo podemos fiarnos ahora de otro grupo?), e incluso secuelas de desconfianza en el propio Dios (¿cómo permitió "eso" si yo se lo dí todo?).

Y el opus sigue silenciando sus errores.

PD: ¿Estarás incluido entre el cupo de supernumerarios que tienen que pitar en un futuro próximo?

Y, si pitas, dílo, eh.

Recibe un abrazo.

José Antonio.







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