¿Tuvimos o no tuvimos vocación?.- Álvaro Córdoba
Fecha Wednesday, 20 July 2005
Tema 900. Sin clasificar


Estimados Amigos y Amigas:
 
Fui numerario entre los años 74 y 77 en Costa Rica. Ahora soy, felizmente, Filósofo Agnóstico y estoy preparando un ensayo sobre Escepticismo y Creencias, en el que trato de fundamentar que toda creencia en lo sobrenatural ha sido producto de la invención humana.
 
Quisiera confesarles que uno de los factores que me llevaron al agnosticismo fue precisamente el asunto de la "vocación" y el Opus Dei, ya que no hay forma alguna de determinar si uno tuvo vocación al Opus o no la tuvo. Tomemos una serie de supuestos asumiendo que son correctos:...


1) Todos los cristianos tienen una vocación a algo.
 
2) La Iglesia no se equivoca en materia de fe y costumbres, si acepta y bendice al Opus, está aceptando sus métodos cualesquiera que fuesen.
 
3) Para ser parte del Opus es necesario tener una VOCACIÓN (llamado de Dios para una misión específica), la cual hay que aceptarla en todas sus consecuencias, si es que verdaderamente se tiene. La vocación al Opus es un bien deseado por Dios y un mandato irrevocable que implica un sacrificio personal en aras de un bien trascendental.
 
4) Como Dios no habla normalmente con las personas, es necesario que los postulantes a numerario(a) "vean clara" su vocación a través de los siguientes medios:
 
    a) Que un ángel o santo se le aparezca en sueños. (si se aparece en persona entonces no habrá ninguna duda)
    b) Que algún amigo o pariente le convenza de ello
    c) Que otro numerario o director le "abran la mente"  (creo que ésta es la más común de todas)
    d) Que durante o después de una oración intensa le aparezca un pensamiento, inspiración o  señal divina.
 
5) Como consecuencia, cuando un(a) Numerario(a) decide irse, puede ser a causa de:
 
     1) Que realmente nunca tuvo vocación porque.
 
            a) Era demasiado joven ( o niño(a) mejor dicho) cuando "pitó".
            b) No captó o no entendió bien el mensaje de Dios.
            c) Lo engañaron (parece que es la más común)
 
     2) Que tuvo vocación pero Dios cambió de parecer y le pidió otra cosa.(también muy común)
 
     3) Que tuvo vocación y la sigue teniendo, pero le importa un pepino.
 
Pareciera que la mayoría de los que nos vamos, durante los primeros años de nuestra vida "post-Opus" dudamos si hicimos bien o mal. Inclusive muchos hemos ido a confesarnos compungidos para librarnos del cargo de conciencia. No sucede lo mismo cuando renunciamos a los Boy Scouts, al grupo de oración de la parroquia, al coro de la ciudad, o al grupo de teatro.
 
Como el asunto de la Vocación es trascendental para un(a) exnumerario(a), es de suprema importancia deteminar si se tuvo o no Vocación y en caso positivo cuál es el nivel de gravedad de la falta. Una forma sencilla de salir de la duda sería:
 
a) Ir a pedir consejo al párroco del pueblo, él te diría que probablemente no sea pecado, si lo fuera entonces sería venial ( por cierto que no hay ningún mandamiento que diga "no desobedecer a Dios"), te puede perdonar en la confesión pero no va a poder decirte si tuviste o no vocación.
 
b) Como sabemos que el párroco no conoce de todos prolegómenos de tu "llamada", probablemente de decidas a ir directamente a algún cura del Opus para aclarar tu situación. En tal caso él te diría que aunque cometiste una seria falta o pecado mortal, puedes arrepentirte y vivir santamente tratando de reparar tan grande falta. Te conminaría a seguir participando en "medios de formación", acudir a los sacramentos y normas de piedad tan frecuentemente como lo hacías cuando estabas en el Opus. Pero jamás te diría que en realidad nunca tuviste vocación o que te engañaste o te engañaron.
 
c) O puedes ir donde algún pariente o amigo comprensivo, quien una vez que asimile la historia de horror que le contaste posiblemente te diga que ha sido una pura tontería eso de la vocación y que te olvides de una vez por todas.
 
Hasta aquí estamos en un callejón sin salida ya que NADIE (ni nosotros mismos) puede asegurarnos con certeza si tuvimos o no vocación. Excepto, claro está, Dios mismo.
 
Ahora vamos al grano, he leído muchos testimonios en Opus Libros sobre gente que estuvo en la Obra durante años y hasta décadas; de seguro que tales personas hacían 1 hora de oración como mínimo al día, eso serían 365 horas al año (el equivalente a estar orando 15 días seguidos sin dormir), y en diez años 3650 horas (el equivalente a orar durante un año entero sin dormir), todo eso sin tomar en cuenta el Rosario, el Angelus, la lectura, la misa, el círculo, la charla, etc. etc. etc. 
 
Me pregunto, si teníamos esa comunicación tan abundante don Dios y todos los Santos, si permanentemente estabamos en "gracia" divina, aparte de la coerción ejercida contra nosotros por los "directores", ¿cómo es posible que en medio de tanto misticismo Dios no nos haya comunicado la verdad de su vocación claramente? ¿Cómo es posible que solo mediante estímulos externos tales como depresión, agotamiento, decepción o enamoramiento, nos hayamos dado cuenta de que o no teníamos vocación del todo o que quizás Dios había cambiado de parecer?
 
Aún si fuimos flagrantemente engañados, si a la hora de "pitar" nuestro director no nos dijo absolutamente nada sobre los cánones bajo los cuales se regía la Obra y las demás instituciones de la Iglesia. Aún si no nos dijeron nuestros derechos, si no nos dijeron que tendríamos que cumplir con tonterías tales como silicios, disciplinas, baños de agua fría, dormir en el suelo, entregar el salario, abandonar nuestra familia. Aún así cabría la posibilidad de que efectivamente fuese un llamado legítimo de Dios para vivir un infierno en la tierra y por lo tanto ganar el cielo.
 
En síntesis, tanta oración, sacramentos, normas de piedad no sirvieron para responder contundentemente a la pregunta: ¿tengo o no tengo vocación al Opus Dei? o ¿de qué se trataba realmente dicha vocación? o ¿qué pasaría si en el uso de mi libre albedrío simplemente digo: no gracias?
 
Todo ello me ha llevado al convencimiento en la afirmación: NO EXISTE NINGUNA FORMA DE DETERMINAR CON ABSOLUTA CERTEZA CUÁL ES LA VOLUNTAD DE DIOS
 
Saludos cordiales
 
Álvaro Córdoba
Costa Rica






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