Hola Fulgencio:

A tu pregunta:

"¿Han visto ustedes en alguna Institución humana o en una empresa, la posibilidad de que los Directivos pueden ser corregidos por sus inferiores o por otros directivos? Probablemente se podrán contar con los dedos de la mano."

No se si se puedan contar con los dedos de una mano o con las patas de un ciempiés las instituciones en las que exista tal posibilidad, de todas formas la corrección fraterna aparece en el evangelio (Mt 18,15-20), hace parte de la Tradición como una obra de misericordia y de las normas de cualquier organización religiosa (cfr. Regla de los Carmelitas). En resumen, es patrimonio de la Iglesia. El que se viva o no es cuestión de cada uno, pero sería -por lo menos para mí- díficil imaginar dentro de la Obra una corrección tan clara y tan fuerte como la de San Pablo al mísmisimo Pedro sobre la cuestión de los gentiles (Gal 2,11-21). Este tipo de ayuda sería condenada como falta de unidad y de buen espíritu, dos pecados gravísimos dentro de la Obra.

Lo que me gustaría que me respondieras es lo siguiente. ¿Como es posible que por más de cincuenta años, existiendo la posibilidad de corregir abusos dentro de la Institución -podría ser a través de las personas y además usando la praxis recomendada (vademecums)-, todavía no se corrijan estos?

Es que no es cuestión de las personas individuales, es algo más serio lo que nos ocupa a los que intervenimos en este foro. ¿No sería más fácil, por ejemplo, que todas las personas que solicitan la admisión a la Obra conocieran su derecho a marcharse sin ningún complejo o escrúpulo?. Esto es algo que me consta porque yo mismo di muchas charlas a vocaciones recientes -mea culpa- cerrándoles esa posibilidad bajo sospecha -no tan sospecha- de hacer traición a la Obra y a Dios si tan solo pensarán en su no perseverancia. Y yo mismo fui presa de este fraude.

Lo curioso es que algunos digan que esto no lo experimentaron ellos así, y con este argumento descalifiquen a aquellos que sí vivimos este abuso de confianza. ¿En que Opus Dei estarán estos? ¿No es curioso que la mayor parte de los numerarios con la fidelidad hecha no perseveren? Y lo más llamativo es que personas con años de entrega de los más fecundos, de esa entrega que algunos envidiamos (entrega real) no perseveren. Yo puedo asegurar que personas que conocí con mucha más entrega -en años y en intensidad- a la Obra que yo dejaron de ser de la Prelatura muchos años antes que yo.

Otra curiosidad es que como ya insinue arriba, los testimonios presentados en este sitio abarcan muchas decadas de historia del Opus Dei en muchos paises, intentos sinceros de resolver estos problemas internamente y que a pesar de esto el Opus Dei que me tocó experimentar en los años 90 tuviera los mismos defectos que tuvo en decadas anteriores.

A proposito, Fulgencio, fuera de la Obra también existe la posibilidad de ser piadoso (no pietista) y de según tus palabras no separarnos de Jesucristo. Aunque, por supuesto no somos más santos que los demás y probablemente tampoco peores.

Finalmente, entre muchas inquietudes, me gustaría que respondieses a ésta:

¿Por que si el Opus Dei solo tiene influencia espiritual en sus obras corporativas, la salida de la Obra para alguien que trabaje en una de ellas implica su despido de este tipo de entidades? ¿No es esto algo poco profesional? ¿O una falta de caridad/delicadeza? Esto además de aquellas situaciones en las que por ser solo cooperador o supernumerario, algún numerario puede aparecer para ocupar tu puesto sin que haya una verdadera causa laboral para reemplazarte. Solo por esta razon, me parece poco prudente trabajar en esas instituciones no siendo uno numerario (por lo menos en los puestos de dirección).

Saludos,

Tartarin