Mismo mal, tratamiento diferente.- Emevé
Fecha Wednesday, 29 June 2005
Tema 020. Irse de la Obra


Querida Marina,

yo no sé si lo que te pueda decir te ayude. Te entiendo perfectamente, el leerte me ha recordado esa sensación de “asfixia, claustrofobia, hartazgo… ganas de vivir la vida sin tantas reglas absurdas. Vivir. Simplemente vivir”. Me pasó lo mismo y no me fui por “miedo al infierno”, pero una vez, en una tertulia, una supernumeraria de otro país dijo todo su “currículum” y con voz baja terminó diciendo que una de sus hijas había salido “por salud”, entonces yo pregunté a la de mi costado “¿se puede salir por salud?” me dijo “no sé”, entonces pregunté a la directora y me dijo que sí, que si me enfermaba me podría ir... y desde ese día empecé a pedir a Dios que me enferme. Cuando me enfermé (no sé si porque Dios me oyó o porque el stres y la depresión que tú tienes y yo tuve, no me dejaban respirar) me dijeron que me vaya y yo me sentí “traidora” por pedir a Dios que me enferme (ya ves cómo la mente se tuerce tanto) y al mismo tiempo abandonada como un trapo sucio y me he atormentado años de años con eso.

Otra diferencia contigo, cuando el médico general (no de la opus porque en ese entonces no había uno “de casa” que cubra el seguro de mi padre, o quizá tuve suerte) me dijo que yo no tenía nada (yo estaba con la subdirectora del centro de estudios, que me acompañó) y que posiblemente tenía estrés y depresión y me preguntó ¿eres del Opus? yo me quedé perpleja y por no hacer quedar mal a la Opus (por su tono de voz entendí que iba a achacar mi depresión a mi pertenencia a la Obra) y le dije que no... fue una mentira total porque yo tenía hecha la oblación ya algunos años atrás y alguna renovación. Cuando llegué a “casa” y lo conté a la directora, me repitió lo que me decía siempre, que nada de siquiatras porque no tienen ni idea así que en todo caso habría que viajar a Lima a que me vea un médico “de casa”, pero que todas las enfermedades del alma se curaban en la dirección espiritual, con mucha humildad y sinceridad salvaje. Así que me prohibieron sicólogos que iban a achacar mi mal a mi pertenencia al opus y mi “mentira” no ocasionó ni corrección fraterna ni jalón de orejas en la charla, había mentido por “salvar la imagen de la obra” y eso parece que lo justificaba.

Ahora yo he estado yendo a terapia (luego de sufrir en silencio casi 7 años) y me han recetado antidepresivos y ansiolíticos, y mi reacción no se parece en nada a la tuya, me da un poco de sueño que lo “combato” durmiendo un poco más los fines de semana, pero ni dolor de cabeza (y yo tengo migrañas) ni zumbidos, ni nada, ¿sabes qué clase de medicina te están dando? Yo la verdad lo siento un poco sospechoso, porque además he consultado (antes de tomar la medicación) con otras personas que las toman, y me han advertido del sueño, pero no de los otros síntomas, y como te digo, yo soy propensa a los dolores de cabeza, que más bien me han disminuido.

No te voy a decir qué hacer (tenemos casi la misma edad), sólo te diré que si yo estuviera en tu lugar y tuviera las cosas tan claras (“No quiero pertenecer a una institución que consigue que yo persevere por miedo a lo que me pasará si me voy”) me habría ido sin dudarlo y sobretodo sin consultarlo en la charla (que hasta la fecha no te ha dado resultados) y sin seguir yendo a ese médico de cuya objetividad dudo.

No te mando un abrazo solamente, sino un beso enorme. Que logres encontrar el camino hacia tu paz y tu salud. Gracias por abrirnos tu alma.

Emevé









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