Para Marina y resto de Orejas.- Javi
Fecha Wednesday, 29 June 2005
Tema 020. Irse de la Obra


Hace algún tiempo que descubrí esta web, y paso por aquí de vez en cuando a leer los escritos, y otros relatos. Y me conmueve leer historias como la de Marina (27 de junio de 2005), donde "algo" que se supone que debería ser bueno, causa tanto dolor a algunas personas.

Mi experiencia en la Obra no fue demasiado larga -unos 6 años como agregado. Pedí la admisión a los 16, pero no recuerdo muy bien cuándo salí- y olvido fácilmente, como habéis podido deducir. Pero lo que quería decir, es que cuando decidí irme, y después de oír todas esas cosas que le dicen a cualquiera, sin pensar en él/ella, ni en su vida, ni en su felicidad, ni en su futuro –y me atrevo a decir, que ni en su relación con Dios-, sólo en la Obra, me encontré con tal follón en la cabeza (no dormía, no me centraba en los estudios) que no sabía qué hacer

Un día estando con un amigo –de verdad, y ajeno a todo esto- me dijo: “haz una lista con pros y contras, analízala y decide”. Lo hice, y lo cierto es que no tenía tantas cosas negativas como para irme de la Obra (una vida “fácil”, ordenada –de orden y de obediencia-), pero vi muy claro (y no creo que fuera inspiración divina, a no ser que el Espíritu Santo se presente en forma de vodka con limón) que lo que quería era ser feliz, o por lo menos, luchar por conseguirlo.

Y me fui.

Y me encontraba relativamente solo, sin nadie alrededor que pudiera comprender mi situación.

Y un día apareció un viejo amigo, y me contó una historieta (o chiste, como queráis llamarlo) que era algo así:

"Se muere una persona y va al Cielo, y san Pedro le empieza a enseñar todo lo allí hay preparado; comienzan a caminar por unos parajes impresionantes, llenos de flores exóticas y una faunia espectacular, y esta persona se da cuenta de que a lo largo de todo el recorrido hay un muro altísimo, y entonces le pregunta a san Pedro qué hay detrás del muro, y le contesta que exactamente lo mismo que está viendo, así que continúan el recorrido; llegan a unas playas increíbles, con unas aguas cristalinas impresionantes y unos corales maravillosos, y san Pedro le dice que va a poder estar ahí todo el tiempo que quiera,…. y el muro continúa; luego pasan por unos campos de fútbol (o el deporte que a cada cual le guste) con un césped perfecto, donde poder jugar cuanto quieras sin cansarse,… y el muro continúa; y así sitio tras sitio… y el muro continúa; y ya, de repente, la persona le pregunta a san Pedro: “¿perdona, pero si a un lado y al otro hay lo mismo, por qué ese muro?”. San Pedro se ríe y le contesta: “al otro lado del muro están todos los del Opus, pero ha habido que levantarlo para que no se escandalicen al ver a todos los que estamos aquí”

Sé que es una tontería, pero me ayudó a entender que fuera del Opus también se puede ser buena persona (aunque alguno sigamos intentando llegar a serlo) e ir al Cielo. Y mi opinión personal es que, al ser más difícil –el mundo real es más duro que la vida en el Opus Dei, por lo menos para mi- será un Cielo mejor.

Así que, después de todo este rollo (ya me perdonaréis), sólo deciros, Marina y resto de Orejas, que los 30 son una edad estupenda (ahora los tengo) y que merece la pena vivir la vida, con sus malos y buenos ratos, y sentir los problemas y las alegrías que son realmente cotidianas (y no lo que nos dicen que nos tiene que dar alegría o tristeza) y hacer las cosas que uno cree que debe hacer (y fracasar y triunfar). En fin, que merece la pena ser libre y ser feliz.


Besos (para ellas) y abrazos (para ellos)
Javi

P.D.: Y con esto no quiero decirle a nadie qué es lo que debe hacer; somos libres y debemos tomar nuestras propias decisiones









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=5218