Nadie tiene autorizar para amenazar con la vida eterna. Para Marina.- Hormiguita
Fecha Wednesday, 29 June 2005
Tema 020. Irse de la Obra


Querida Marina, Tu sincera y valiente carta (27-6-2005) me ha recordado mi trayectoria hace ya más de 25 años. Podría hablar contigo sobre muchos de tus puntos. Quiero aportar algo a los puntos 9 y 5 de tu carta. Los subrayados son míos. Nos dices:

 

9) “Me da desconfianza que me digan que si me voy de la Obra no seré feliz y me juego la vida eterna. Me da desconfianza que lo haya dicho nuestro Padre, que lo repitiera Don Álvaro y que ahora lo diga el Padre”.

 

Escrivá y los padres sucesivos no se pueden amparar en ninguna cita Evangélica para afirmar esto. No hay donde amarrarse con esa afirmación destructiva. Nadie, -y menos ellos dado su sacerdocio- tiene autoridad para amenazar con la perdida de vida eterna. Para mi, es terrorismo de la palabra. Se condenan a si mismos.

 

A diferencia de Escrivá, San Juan de la Cruz dice que a la felicidad en el cielo se puede llegar por muchos caminos diferentes. “Cada una de ellas es camino de salvación y conduce a una de aquellas mansiones felices y eternas, puesto que de la misma manera que hay varias elecciones de vida, existen también en Dios muchas mansiones, las cuales son divididas y distribuidas a cada cual según su propio merito”. Y cita a Juan 14,2 . S. Juan de la Cruz tiene una cita evangélica en que apoyarse, a diferencia de Escrivá.

 

En cuanto a lo que dices en el punto 5) “las decisiones importantes como ésa sólo deben tomarse con la cabeza fría, con salud, y en la presencia de Dios”. Pues piensa que la salud te la están quitando. Tu inconsciente pide a gritos que te ayudes.  Solo tendrás la cabeza fría si te alejas del hervidero.

 

Jesús nos dice que no hay que escuchar a ciegas la palabra y la predicación del reino (como practica verticalmente la Obra). Esto es lo que resuena en las palabras de Escrivá. Pero  Jesús nos anima a escuchar con espíritu independiente cuando aconseja mirad pues, como escucháis” S. Lucas 8, 18. Si estás en pleno hervidero síquico y emocional que te desestabiliza,  mal vas a escuchar. Aléjate para tener la cabeza fría. Estando sometida tampoco se escucha nada.

 

La Obra te pone lodo en los ojos (con su rigidez, sus tranquilizantes, sus amenazas de infelicidad, y un permanente “mirar por ti”.) Mas lodo del que tenia el ciego de Jericó. Por eso el salmista nos enseña a salir de estas situaciones: “sacadme del lodo para que no me sumerja” Ps. 69, 15.

 

Dios te quiere llevar por otro camino, lejos del camino del lodo. Ten confianza. Él no amenaza. Deseándote lo mejor.

 

Hormiguita.









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