Me ha llamado le atención estos días que en el revuelo de la prensa española por la comparecencia de Aquilino Polaina en el senado se haya mencionado solo de pasada o en algún caso obviado en absoluto que este sujeto pertenece al Opus Dei.
Algo que a muchos de nosotros, que conocimos otros tiempos mejores del Opus, nos parece importante y significativo a lo mejor no lo es para una nueva generacion que ha crecido sin sufrir el acoso y en algunos casos la seducción de “la Obra” a la que estuvimos expuestos los universitarios de los años sesenta y setenta. En muchos casos la ignorancia y el desinterés por el Opus es completo.
Indudablemente esta falta de interés social es un signo de decadencia. Las cifras, tal como indica el interesante informe de Alfredo, son exiguas y en algunos casos casi insignificantes. Simplemente el Opus ya no es tema en nuestra sociedad. No crece y lo que no crece en este mundo de principios de siglo XXI se muere. Solo es tema y amenaza para el que está metido en sus circuitos, colegios, clubes, padres supernumerarios y naturalmente para los que siguen dentro.
Pensando en lo que fue en mis años mozos, ministros, periódicos, catedráticos, curas que hablaban en la tele y sobre todo un montón de ingenuos a los que engañar y en lo que son y es hoy nuestra sociedad, veo el panorama mas reconfortante.
Benito