La familia y Navarro Valls.- Flanpan
Fecha Wednesday, 29 June 2005
Tema 100. Aspectos sociológicos


Venía hace dos o tres días escuchando la radio en mi carro, cuando va y sale Joaquín Navarro Valls (numerario y portavoz del Vaticano), hablando de la familia en una conferencia que daba en España. Más o menos decía lo siguiente:

Resulta que el término y concepto "familia" le parecía que se había venido desvirtuando. Antes, la "familia" era una institución que la constituía una pareja de hombre y mujer. Pero ahora (todo esto viene a cuento del tema de los matrimonios homosexuales) resulta que "familia" era todo aquel conjunto de "personas que decidían habitar durante un tiempo bajo un mismo techo".

Lo entrecomillado es más o menos textual. Manda mandarinas que un numerario critique en una conferencia que el término familia se ha desvirtuado porque ahora se denomine así a "distintos tipos de uniones de personas bajo un mismo techo".

Resulta que el tal Navarro Valls habrá dado más de una y más de dos charlillas en la Opus (cuando tocara el tema en el círculo o curso anual o plan de formación), definiendo la Opus como "una familia", cuyo modelo es la familia de Nazaret. Habrá dicho que "tenemos unos abuelos, una tía Carmen, un tío Santiago, un Padre, unas hermanas que cuidan de nuestra ropa y comida pero que viven muy lejos,...", vamos, lo que todo el mundo entiende por una familia, lo mismo mismito que la Familia de Nazaret (Padre, Madre e Hijo).

Pues después de defender ese esperpento de "familia" que se dice que es la Opus (que a mi entender se parece menos a una familia que la de Robin Williiams en "Una jaula de grillos", divertidísima película por cierto), se atreve a decir que en estos tiempos que corren, algunas gentes se han dedicado a llamar familia a cualquier tipo de unión bajo un mismo techo. ¡Tendrá cara el individuo!

La Opus no sólo se ha inventado un concepto de familia, no sólo se ha autogestionado e inculcado a todos sus miembros la idea de que "realmente" somos una familia "de verdad", "con vínculos más fuertes que los de la sangre", no solo nos ha encasquetado como abuelos y tíos a unos señores a los que no hemos visto en la vida, sino que además se ha encargado de dinamitar, destrozar, eliminar, los lazos que nos unían a la verdadera familia que cada uno teníamos.

La Opus no nos ha dejado tener en la estantería una sencilla foto de nuestra familia... pero se ha encargado de poner en las salitas fotos de los padres y hermanos del fundador. La Opus nos ha dicho que nuestros verdaderos padres y hermanos eran solamente "familia de sangre", algo de mucho menos rango que la familia opusina. La Opus nos ha dicho cuando teníamos 14 años que mejor que no contáramos ciertas cosas a nuestros padres... pero que en la charla contáramos hasta los pelillos que soltábamos en la ducha.

Este señor y la Opus tienen mucha cara, en este momento en que los que pensamos que familia es algo muy determinado, en salir a la palestra a decir que no se puede llamar familia a cualquier tipo de cohabitación de personas bajo un mismo techo. Hay que tener mucha cara después de haber destrozado tantas familias (la mía en concreto, en lo que se refiere a mis padres y hermanos), después de haberse inventado y sacado de la manga una "familia" opusina, después de haber desvirtuado y atacado a la verdadera familia (familia de sangre), después de habernos robado la infancia y juventud familiar, después de tantas tropelías hay que tener mucho morro para presentarse como los paladines defensores de la familia.

Y lo que es peor: al que pite hoy de numerario (¿habrá alguno que caiga hoy?), le contarán mañana en una sala de visitas donde hay un folleto con un viaje a Madrid para la manifestación en defensa de las familias, le contarán mientras tapan el folleto con la agenda Luxindex, que "su familia ya no es su familia: pasa a ser solamente familia de sangre; a partir de ahora tía Carmen será su tía, y sus hermanos esos señores aburridos que leen un periódico troceado (ahora en verano salen muchos anuncios con chicas en biquini) en el salón".

Patético. Realmente patético. Hay que ver cómo está el pais. Y encima llevo doce años sin poder probar los crespillos.

Flanpan









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