Hola Orejas,
Según numerosos testimonios de esta web, si un jesuita se acerca a un centro de la cosa, se le debe invitar a salir por donde ha venido. Decía el santo marqués que la obra era una partecica de la Iglesia. Que sepamos, los jesuitas son cristianos y partecica de la Iglesia.
Aquí viene el contraste que quiero señalar:
En la diócesis de Santander, dada la afluencia de creyentes ortodoxos, el obispo les ha autorizado a compartir una parroquia, hasta que tengan su propio templo. Su sacerdote oficia la misa, etc... en una parroquia católica, sin mayores problemas. Vamos, que nada de salirse, sino - como manda la caridad cristiana y el ecumenismo - se les abren las puertas de la casa.
¿Cómo se entiende entonces que una partecica expulse a otra partecica si la Iglesia acoge con brazos abiertos a estos hermanos ortodoxos?
Ramón