En el debate producido a raíz de la intervención del catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Aquilino Polaino en la Comisión de Justicia del Senado de España creo que corremos el riesgo de desviarnos hacia un debate que, siendo interesante y perfectamente legítimo, nos hace perder el foco en la cuestión que desde el punto de vista de esta web es verdaderamente relevante: el cuándo, cómo y por quién reciben tratamiento psiquiátrico los numerarios/as del Opus Dei.
Respecto a las declaraciones de Polaino sobre el perfil psicopatológico de las personas con conducta homosexual o los efectos que puede tener en el desarrollo de los menores la adopción por parte de parejas homosexuales, no voy a entrar porque creo que es un tema muy complejo sobre el cual no tengo el conocimiento científico necesario. Sobre la conveniencia de permitir la adopción de niños por parte de parejas homosexuales sí tengo una opinión personal que no voy exponer porque creo que no es el objeto de esta web.
Hay, sin embargo, en la intervención del Polaino en el Senado, algunas frases que me parece que debemos analizar despacio, porque, a mi entender, implican una contradicción muy importante:
En contestación a la senadora Granado Paniagua, quien durante su intervención dirigiéndose a Polaino le había dicho (cito textualmente):
“... Por lo tanto, hay que tener más rigor y cuando se hagan estudios científicos hacerlos desde el planteamiento realmente científico y no desde posiciones ideológicas o religiosas que es como, a mi entender, se están haciendo muchos de estos estudios...”
Polaino contestó:
“... usted ha hecho una leve y discreta insinuación que yo personalmente no se la tolero. Usted no me puede decir, incluyéndome en la cesta, que los científicos parten de criterios ideológicos y religiosos. Yo todos los datos que he dado son clínicos y son científicos. Si usted por ejemplo se va a alguna declaración a la prensa, yo soy muy libre también de opinar. ¿O es que la prensa solamente es de los políticos? Enséñeme usted un documento científico publicado por mí en un contexto científico en el que yo haya apelado a la ideología o a la religión...”
Ante esta independencia en su labor científica y clínica de la que Polaino hace gala, respecto de la influencia de criterios ideológicos y religiosos, yo me pregunto:
a) ¿Qué opinión le merece al doctor Polaino los criterios que se aplican en la Obra (según citaban Fisher y Brian en su último correo, y en Vademecum de los Consejos Locales, pag. 88-90), según los cuales:
“En estos casos de depresiones y agotamientos, se acudirá a un médico experimentado y prudente —mejor, si es miembro de la Obra—, que sepa informar adecuadamente al enfermo, sin ocultar nada, pero sin insistir tampoco mucho sobre sus cansancios, pues, en ocasiones, sirve inconscientemente de pretexto al enfermo para no dejarse ayudar o para convertirse en médico de sí mismo. Por esto, es muy interesante que informen a los Directores, para prestar una ayuda eficaz al que lo necesita.”
¿Por qué “mejor, si es miembro de la Obra”? ¿Es que los psiquiatras que no son de la Obra no tienen la misma independencia respecto de influencias ideológicas que reclama el doctor Polaino? Porque si el argumento es que los de fuera “no le van a entender” entonces lo que estamos diciendo es que los numerarios del Opus Dei deben ser tratados por psiquiatras que partan de una posición religiosa condicionada por su pertenencia al Opus Dei. Justamente lo contrario de lo que dice Polaino.
¿Por qué “pero sin insistir tampoco mucho sobre sus cansancios”? ¿Quién es el Opus Dei para decir a un médico sobre qué custiones debe insistir o no en el tratamiento de un paciente? ¿Acepta el doctor Polaino en su praxis profesional esta interferencia que indica el Vademecum?
¿Sigue el doctor Polaino –u otros psiquiatras del Opus Dei- el criterio según el cual “es muy interesante que informen a los Directores, para prestar una ayuda eficaz al que lo necesita”? ¿Solicita autorización expresa al enfermo para hacerlo? Si lo hace, ¿es en base a un criterio científico y médico, o en base a la indicación hecha por los Directores de la Obra?
b) El Vadememecum de los Consejos Locales indica:
“... antes de que un Consejo local autorice a alguno a acudir a la consulta de un psiquiatra —y, con mayor razón, a un especialista en psicología que no sea médico—, consultará a la Comisión Regional, informando de las circunstancias del caso y sugiriendo lo que considere conveniente.”
¿Piensa el doctor Polaino, como profesional de la medicina, que una persona adulta debe necesitar autorización de nadie para acudir a un psiquiatra? ¿Piensa que en general los miembros de los Consejos Locales o de la Comisión Regional tienen el conocimiento y la preparación necesaria para orientar adecuadamente en estos asuntos? Esa opinión, positiva o negativa, ¿es en base a un criterio científico o está condicionado por las indicaciones del Opus Dei?
Sinceramente pienso que el mecanismo de aislamiento psicológico que se practica en el Opus Dei constituye uno de los aspectos más graves de su praxis. Los criterios e indicaciones tendentes a conseguir que las personas no acudan en busca de apoyo espiritual a sacerdotes que no sean de la Obra, y que la atención psiquiátrica que puedan necesitar –en particular los numerarios y agregados- sea siempre a través de “psiquiatras de Casa” no hacen más que reforzar este mecanismo de control psicológico. Deseo y espero que esa independencia respecto de influencias ideológicas o religiosas con que el doctor Polaino dice actuar profesionalmente se extienda a todos los psiquiatras y médicos del Opus Dei.
Saludos, Ottokar
