Para Ana Azanza. Berta
Fecha Monday, 13 June 2005
Tema 900. Sin clasificar


He intentado ponerme en contacto contigo a través de un mail privado, aunque tampoco me importa escribirte en la web ya que sé que lo podrás leer. Lo primero, decirte que no te quiero ofender, que me disculpes si me expreso mal o si te he malinterpretado. Sólo quiero hablarte de la sensación que tuve al leer el capítulo de tu libro publicado en la web. Esta última semana lo ví en la Feria del Libro y me acordé. No podía dejar de escribirte.

 

Y ahora, lo único que se me ocurre decirte es: ¿Por qué? ¿Por qué has escrito ese libro? Puedo entender – aunque no del todo porque, claramente, tú has pasado más años en el Opus Dei que yo – que estés enfadada pensando, como dices en tu libro, que has estado 19 años viviendo en una mentira. Pero hablas de todas las personas con las que has vivido publicando su intimidad de una manera…Tengo grabado especialmente el recuerdo de cómo hablabas de la Directora de ese centro de Pamplona y desde luego no me resulta muy agradable. Me ha recordado a los libros que escriben los famosos de hoy hablando, y no muy bien, de sus anteriores parejas. Hubiera sido imposible escribir ese libro sin referirte a todas las personas que te rodeaban pero, ¿era necesario decir qué opinabas de cada una? En el capítulo me pareció que, como dice esta web, "no vas contra la Iglesia"... quizás me equivoco pero en tus comentarios hay poco de caridad cristiana, por mucho que sean verdad. Además, hay cosas que sólo se pueden comprender si se conocen enteramente los acontecimientos.

 

Me parece que personas y situaciones como las que narras las hay en todo el mundo, dentro y fuera de la Obra, también en gente que, como la de la Obra, se considera “corriente”, ya sean cristianos o no. Porque en el Opus Dei hay gente como en todos lados: cortante, desagradable, simpática y alegre, despistada y aburrida… porque hay cosas que son por naturaleza. Luego, uno lucha mejor o peor por vencer sus defectos… pero desde luego se intenta. Hablas de la Obra como si fuera una ‘buena idea’ pero pervertida por la gente y los afanes, ¿creías que eras la única que se daba cuenta de las cosas que se hacían mal? Mi experiencia me ha demostrado, desde luego, que en la Obra, las personas que la componen pueden cometer errores, pero al final no se funciona con una mala intención.

 

No pretendo darte ninguna lección (considero que no tengo edad para hacerlo) pero quería hacerte llegar mi opinión. Gracias.

 

Berta









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