Como el Opus Dei entro en mi vida sin yo quererlo ni enterarme.- Aitziber
Fecha Sunday, 12 June 2005
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Me llamo Aitziber tengo 31 años, salí de la pesadilla del Opus Dei hace dos años precisamente gracias a a la ayuda de los Orejas y la web que me hizo no sentirme sola en ningún momento. Estuve 10 largos años dentro, si por mi hubiera sido habría aguantado dos como mucho.

 

Yo no busque el Opus Dei, me buscaron a mí, ya que siempre fui una persona muy abierta, dedicada a cosas relacionadas con el Arte, televisión. Y atraía por mi forma de ser a mucha gente y mi profesión ayudaba bastante, entonces tenia 18 años.

 

Me presentó una compañera de trabajo a una (conocida suya) que vino a saludarla  cuando salíamos de televisión de hacer un programa.

 

Esta era numeraria de unos 33 años entonces, y enseguida entablamos conversación, me pareció amable, y buena gente, aunque algo anticuada en el vestir con aquella falda tan larga y una camisa abrochada hasta el cuello con el calor que hacia en Agosto...



Me pidió que por favor fuera a su casa, un fin de semana que le haría mucha ilusión que su familia me conociera y que les hablara de mi profesión,que me invitarían a una merienda. Yo no supe que decir, pero me insistió tanto, que le dije que ya la llamaría que no sabia  cuándo. Intercambiamos los teléfonos, y ahi fue mi error, no paró de llamarme, que a ver cuando iba, hasta que por fin gano. me sentí obligada por su pesadez. Vinieron a buscarme hasta mi casa. Cuando llegamos pensé ¡que casa mas rara! me llamó la atención no ver un puñetero cuadro de pintura y en aquel salón solo vi dos cuadros: una fotografía de una virgen y la foto de un cura, que me era familiar pero no sabia quien releches era.

 

Observe que todo eran tías, y vestidas de forma muy a la antigua todas con faldas, y le dije a Patricia la numeraria, ¿esta es tu familia? ¿esto de que va? me dijo que huy se le había olvidado decirme que pertenecía al opus dei que aquello era un centro y que vivían 15 mujeres con ella.

 

Todas estaban a mi alrededor mareándome con besos, elogios y salto una de ellas, hay que enseñarle lo mas importante. Me llevaron a una habitación y cuando abrieron la puerta me quede flipada de ver una iglesia dentro, no salí echando leches corriendo porque ni me respondían las piernas  y educación supongo.

 

Me sentí engañada y con un mal rollo que ni te cuento, pensé a estas las despacho rápido y me piro, también pregunte que donde estaban los tíos. Me dijeron que no habia, que las personas que acudian a sus club quedaban con ellos en la calle.

 

Ya por fin me sente en el salon, les hablé de lo mio hice una pequeña demostración de mi profesion y mientras las observaba me daba la impresion que eran todas tontas e iguales por la eterna sonrisa, sus gestos y vestimentas.

 

A pesar de sentirme engañada con esa invitacion, y de pensar que eran anticuadas e iguales, pensé q no eran mala gente y que era probable que volviera a quedar con Patricia.

 

Ha partir de ese primer contacto, Patricia y Rocío me empezaron a ir a visitar a la television cuando terminaba. Entablamos amistad y me empezaron a invitar que si a una excursion a casa de una en Segovia, que si a Jaen a casa de otra etc.

 

Hasta que me pideron que por favor diera en el club la actividad de mi profesion, un dia a la semana los sabados. Yo acepte aunque no me hacia gracia. Y al mes de aquello tenia mi actividad llena hasta arriba y las niñas todas detras de mí.

 

Patricia orgullosisima me dijo y hablo por primera vez de Dios, Aitziber Dios te ha traido y acercado al opus Dei, porque tienes mucho que hacer con las almas por tus dones profesionales y tu atraccion a ellas eres un instrumento, aunque no vayas a Misa mucho ni practiques, el te guiará.

 

Puedes ser perfectamente numeraria u agregada eso solo lo sabe Dios, ya iras viendo la Luz y yo te ayudaré.

 

Yo no entendí nada, ni tampoco le eche cuenta, pero esas palabras no se me olvidaron, las conocía hacia solo 3 meses y se habían metido en mi vida sin enterarme y cada vez me pedian más. Hasta mi forma de vestir, (que no fuera tan ajustada, y que cuidara los escotes allí  y que pensara que por mi forma de vestir hacia que los hombres me miraran y que posiblemente pecarían) yo le decía ¿estas de cahondeo? jamás yo en mi vida me había parado a pensar algo semejante, en mi trabajo nos desnudamos en los vestuarios todas y no pasa nada ¿què hay de malo?

 

Ahora comenzaba mi historia personal (El OPUS DEI Y MI CAPTACION)

 

continuación







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