yo también he leído con interés el escrito de Antonio Esquivias. Me he reconocido en su pensamiento, eran cosas que yo pensaba cuando estaba dentro. En tu escrito se ve en casi todos los párrafos las dos partes: el "espíritu", que busca el control sin fisuras de la personalidad, y lo que tu buena voluntad añadió al Opus real, el engaño. Por ejemplo en esa parte en la que hablas de lealtad entre las dos personas implicadas en la charla, evidente que no hay tal lealtad. La estructura manda siempre sobre las relaciones personales, no hay humanidad ninguna dentro, sería el final de la secta si la hubiera. Los directores vigilan para cortar cualquier asomo de cariño, respeto reales entre miembros. Cuento en mi experiencia personal algunas correcciones que me hicieron en ese sentido al final de mis días dentro. Las simpatías que pueden despertar algunas directoras por su carácter tienen que estar encauzadas a que el opus mande en tí, no a que os hagáis amigas. Así lo he vivido, es chocante como te enseñan a olvidarte de la gente cuando te cambian de centro y como con los cambios de casa no se acaba nunca de tener una relación ni siquiera de compañerismo con nadie. Hay un borrado buscado de la memoria afectiva. Una vez fuera pretenden también que se te olvide todo lo que te hicieron y dijeron de tí, y tan amigos. Ya.

 

¿Compaq o brian, no recuperarían ese documento sobre el modo de hacer la charla fraterna?

 

El respeto total es siempre hacia arriba, y por eso todo está permitido cuando se teme que alguien pierde ese respeto total. Lamento que en muchos casos el respeto total se conserve incluso fuera de la estructura porque es señal de que uno no acaba de encontrarse consigo mismo.

 

Me ha chocado que te atrevieras a pensar en la escasa preparación del prelado y se lo dijeras a la cara. Me parece estupendo, no tuve esa oportunidad de darme cuenta hasta mucho después.

 

Con respecto a los suicidios dentro se comprende que ellos los tapan, ¿por qué no dar los nombres? yo estuve en el funeral de Rodríguez Rosado el profesor de Pamplona al que alude Moncada, debió de ser en noviembre de 1993 ó 94. Le tocaba la medalla de plata de la universidad, 25 años de trabajo, se la dieron a título póstumo. Llevaba mucho tiempo enfermo. Fui alumna suya los dos últimos años de carrera y efectivamente tuvieron que sustituirle primero Enrique Alarcón y luego Angel Luis González.

 

Y además de suicidios, como alguien sugirió hace ya tiempo ¿no hay excesivo número de muertes a tempranas edades? accidentes de coches, infartos, numeraria joven que amanece muerta en su cama...

 

En general no creo en las casualidades, pero es que en el opus ni una puerta se cierra o se abre por casualidad. Siempre hay un porqué. De hecho en opuslibros se dan explicaciones de sucesos típicos opus a las que yo sencillamente ni siquiera le había buscado una explicación.

 

Muy bueno por ejemplo saber del anti españolismo fomentado por la institución en iberoamérica. Los españoles necesitamos saber estas cosas.

 

Saludos

 

Ana Azanza