Cuando hay problemas el maligno siempre tiene la culpa.- J.A.
Fecha Monday, 06 June 2005
Tema 070. Costumbres y Praxis


En relación al escrito de Satur del día 5 de junio de 2005 referido entre otras cosas a la importancia del maligno quisiera hacer una curiosa aportación personal.

A finales de los sesenta estudiaba yo segundo de carrera: 19 añitos de un joven de pueblo recién caído en la ciudad. Yo ya estaba encarrilado en la senda de supernumerario pero uno tenía amigos anteriores con los cuales me relacionaba. Uno de ellos, A. María, matemático, practicante y de sólida formación cristiana, no dejaba de encontrarse conmigo y hacerme ver las contradicciones del Opus Dei. Yo le rebatía pero obviamente esas conversaciones me creaban una desazón e intranquilidad que evacuaba en la confidencia. Bueno pues como  el problema se repetía un día se arregló  con la siguiente frase terapeútica de mi "preceptor numerario": esa persona no es tu amigo sino que es el diablo y por tanto debes  dejar de verlo y relacionarte con él pues peligra tu vocación. Ello me produjo una gran perplejidad y sinceramente incredulidad. ¿Cómo A. María que conocía de toda la vida iba a ser el diablo?. Ello era imposible pero .... dejé de verlo con tanta asiduidad y en nuestros encuentros dejamos de hablar sobre ciertos temas..... Ya  podréis imaginar.

Bueno pero hay un refrán que dice que la vida da muchas vueltas. Claro que sí, lo puedo confirmar. Yo dejé de ir a estudiar a la preciosa "jaula de oro" o sea que antes de adquirir mayores compromisos rompí toda vinculación con el Opus Dei, pero , paradojas de la vida, A. María entró en la orbita opusiana y lo encarrilaron  también en la vía supernumeraria. Yo ,como amigo suyo, no podía dejar de  aportarle mi experiencia y recordarle los razonamientos que tres años atrás él me daba. O sea el mundo al revés. Ahora las desazones y contradicciones las tenía él y claro yo empecé a notar que me rehuía. Así que  un día le pregunte directamente: ¿ qué pasa, te han dicho que soy el diablo y pongo en peligro tu vocación y por tanto no debes verme?. La respuesta de A. María fue: pues así es, a lo cual yo tuve que responderle que eso mismo me lo habían dicho de él en "la otra época". Desgraciadamente para él mi freno no fue suficiente eficaz y continuó el camino de supernumerario al menos unos cuantos años más. Luego circunstancias de la vida  hicieron que perdiera contacto con él. 
 
Por tanto confirmo lo comentado por Satur en su escrito. La etiología de cualquier problema se resuelve de un modo fácil: el maligno encarnado en cualquier persona o circunstancia y que, por tanto, obliga a  cortar radicalmente para evitar que la "infección espiritual" progrese. Muerto el perro se acabó la rabia.
Sin comentarios.
 
J.A.
 
P.D. : Una felicitación a los gestores de esta página por su contribución a la libertad de expresión y de pensamiento. ¡ Ánimo! 








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