Adiós a todos.- Isabel Nath
Fecha Monday, 06 June 2005
Tema 140. Sobre esta web


Queridos todos,

 

Ayer estaba haciendo meditación (que no es lo mismo que atender a una meditación…) y de repente tuve un sentimiento tan claro como inesperado, y que no puedo hacer otra cosa que seguir, por eso de que nuestro corazón es sabio y nosotros nos acercamos poco a poco a la sabiduría cuando le hacemos al menos tanto caso como a nuestra cabeza (de eso de la inteligencia emocional Antonio Esquivias sabe mucho, que os cuente…).

 

La certeza que tuve es que yo ya no pinto nada en esta Web y que lo que tengo que hacer es bajar del autobús y seguir mi camino, y así voy a hacerlo.

 

No es una cuestión de reconstrucción o no, ni de necesidad de la Web o no, ni de nada de eso. Yo doy gracias a Dios con mucha frecuencia por haberme hecho pasar por la experiencia opus dei de forma tan ligera, y sobre todo por haberme dado las herramientas personales y la comprensión y los afectos ajenos que me ayudaron a reconstruirme de forma tan eficaz.

 

Hace ya algún tiempo (dentro del breve tiempo que he habitado esta Web) que algún amigo me ha preguntado por qué yo escribía aquí, y yo nunca supe dar una respuesta clara, solo que sentía que tenia que ‘estar’. Pensaba que quizás mi experiencia optimista desde la felicidad más profunda podía ayudar a algunos de los que están pasando por el trance de la reconstrucción, o yo que sé. No se me ocurría otro motivo por el que yo sentía que debía estar aquí.

 

Ayer he sabido por qué era. Yo me he involucrado en esta Web para quererla, y queriéndola y haciéndola mía arrastrar a ella a un buen amigo de hace años al que quiero como a un hermano, y que es Antonio Esquivias. Antonio sí tiene muchísimas cosas que aportar a esta Web, algunas de las cuales ya habéis visto que ha empezado a mandar. Su testimonio y su valentía al darlo mirando a la cara (con esa expresión tan bonita que usaba él para explicar el porqué de dar los nombres) tienen mucho valor, y la profundidad de sus escritos y sus argumentaciones enriquecen el contenido de la Web. Ahora Antonio ya esta aquí, así que ‘mision cumplida’, que diría aquel.

 

Aunque Antonio este aquí no hace falta que tú te vayas, podría decir alguno de los amigos que he ganado en el viaje, pero no, no puedo quedarme. Porque como decía el maestro Raimundo Panikkar en algún escrito que le leí no recuerdo cuándo ni dónde, en la vida hay que estar en una postura en que se esté cómodo, porque por ejemplo estando de puntillas (poco cómodo) no puedes aguantar mucho rato y no puedes perseverar, no puedes ser fiel en primer lugar a ti mismo. Y yo desde que entre en esta Web y empecé a escribir cosas, he tenido siempre la sensación de que hay un grupo de personas a las que no conozco de nada ni me conocen de nada, y con las que constantemente tengo que estar de puntillas, en el sentido de que ya no sabe una qué ni cómo decir lo que piensa para que no salten, para que no me acusen de juzgar a los demás, de radicalizar mi discurso (José, con todo afecto, cuando he leído eso me ha entrado un poco de risa floja; no de ti, ojo, sino de eso de la radicalización…), de etc, etc. No se trata del hecho de no admitir ideas contrarias a las propias (mi amigo José Carlos y yo tenemos las ideas mas opuestas en según qué temas que todos conocéis y siempre me he sentido muy cómoda hablando con él), sino de la impotencia quizás de no saber expresarme para que la gente me entienda, o del estupor que me produce el ver como algunos interpretan una vez detrás de otra lo que digo exactamente al contrario de cómo yo quiero que se entienda. Me consta que hay gente que argumenta y contra-argumenta una y otra vez defendiendo sus tesis o sus puntos de vista, pero yo aún respetando hasta el infinito esta opción, no me identifico para nada con ella.

 

Le comentaba a Inés hace un rato que yo tengo el firme convencimiento de que no es en absoluto necesario convencer a nadie para que piense igual que nosotros en ningún tema. Por eso, no le veo el sentido a seguir con esto. Además seguramente tengo demasiado orgullo para aguantar según que cosas, que una tiene muchas y evidentes limitaciones queridos…

 

Si mi experiencia ha servido a alguien o si en el futuro le sirve (colgada en la Web está), genial, no me va a importar nada no enterarme de ello, que lo que importa es el resultado, no mi ego. La brillante idea de los fundadores de esta Web es ayudar, y me consta que lo consiguen. Mi experiencia es una gota más en medio de ese gran mar de todos los escritos y testimonios que llenan la Web, pero como decía la Madre Teresa de Calcuta, aunque mi gota es muy pequeña comparada con la inmensidad del mar, el inmenso mar no seria el mismo si no tuviese también mi gota.

 

Estoy muy contenta de haber entrado en esta Web, no por casualidad, que yo no soy del opus dei (jeje), sino porque mi hermano me mando el link y me dijo ‘entra, entra, y veras…’. Y entre, entre, y vi., vaya que si vi. Vi a un montón de gente estupenda, ‘guerrera’, de esos de saludo con sombrero quitado. Empecé prometedoras amistades con algunos de ellos que me consta que seguirán consolidándose y prometiendo durante mucho tiempo. Por lo tanto me siento ‘muy bien pagada’ por haber cumplido ‘el encarguito’ de acercar a Antonio a esta Web, jeje.

 

Y ahora, con lo que llegué me marcho: con la alegría de poder volver a confirmar al cabo de los años que Dios (cualquiera que sea el nombre que tenga) me ha querido siempre, y ha cuidado siempre de mi, y me ha guiado con mano firme por el bosque a veces oscuro de esta vida; la certeza de haber elegido siempre lo correcto porque lo hice con toda la información que tenia en cada momento y con la seguridad que me daba el corazón; la tranquilidad que me da el saber que he sido siempre fiel a mi misma a pesar de las consecuencias que podían tener mis decisiones; el agradecimiento a la vida por la familia y los amigos que me ha dado y me sigue dando; la felicidad de poder compartir la vida en libertad y grandísimo amor con mi marido y mi hijo; y la esperanza de que todos los que han pasado por lo mismo que yo pasé siendo del opus dei, puedan un día decir esto que yo digo hoy.

 

Como yo he estado por aquí poco tiempo, confió en que no empezareis con la mejor de las intenciones  otra ronda de ‘ve con Dios…’ como la que causó la despedida de José Carlos, que era un ‘histórico’ de la Web. Yo de verdad os lo agradecería (por no decir os lo rogaría…), porque desvía la atención de temas  más importantes que están ahora sobre el tapete (y no me refiero precisamente al rollito de los nombres…).

 

Como cantaba Joan Manuel Serrat y los del opus dei se aplicaban solo a sí mismos (again…), usurpando la belleza de los versos de Machado ‘caminante no hay camino, se hace camino al andar’. Lo que importa es andar y no pararse. A lo mejor la vida nos depara alguna sorpresa y volvemos a encontrarnos en algún recodo.

 

Que seáis todos muy-muy felices.

 

Un abrazo muy fuerte y cariñoso para cada uno y cada una,

Isabel Nath

 

(…que como ya expliqué en una ocasión es mi nombre y apellido verdadero, y que creo que es muy raro, porque si buscas en Internet solo salgo yo, así que soy fácilmente identificable… Para los de las obsesiones con los nombrecitos, digo…)









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=5054