Intento de resolver misterios. Para Marypt.- Aquilina
Fecha Sunday, 05 June 2005
Tema 070. Costumbres y Praxis


Querida Marypt,

 tu correo del viernes volviò a despertarme màs fantasmas de mi vida pasada: cosas olvidadas (¡que gran sabia que es la naturaleza que nos hace olvidar de tantas cosas que nos hacen daño y de esta forma nos permite curarnos y volver a reconstruirnos!), que han vuelto a la memoria y que ahora intentaré explicarte, si explicaciòn puede llamarse la razòn por la que ocurriò lo que cuentas.

Bueno, resulta que entre las constumbres ascéticas (de estas que no tienen que ver con la materia de pecado, pero sì con el esfuerzo ascético de vivir en grado heroico las virtudes) habìa una, relacionada con la virtud de la pobreza, que consistìa exactamente en pedir perdòn a la directora cuando, en el ejercicio de cualquier tarea cotidiana se te rompìa algo (¡ya te puedes imaginar si trabajabas en una administraciòn!). Por ésta que era considerada una falta a la virtud de la pobreza, entendida como práctica heroica de la virtud, la directora acostumbraba darte un pequeño castigo, o, mejor dicho, una pequeña penitencia, como rezar una breve oraciòn, o rezar un rato de rodillas, o qué sé yo, algo por el estilo. Era algo muy parecido a la “emendatio” del circulo breve: tenìas que acusarte de faltas que, sin embargo, no tenian que ser materia de pecado: y con lo dificil que se hacìa a menudo encontrar materia para la confesiòn semanal, ya me acuerdo lo màs dificil aùn que era encontrar el material para hacer la “emendatio” de vez en cuando, asì, para guardar el buen espiritu.

Lo que pasa es que estas “costumbres” eran tantas, y sobre todo tan raras para ser de cristianos corrientes, que a menudo caìan en el olvido y de vez en cuando alguna numeraria de buen espiritu y de mala leche las volvìa a recordar y las sacaba de su cama de bella durmiente, pero asì, sin preaviso, y te podìa sacar una u otra sin màs logica, y de esta forma de vez en cuando se te caìan encima de estas reprimendas como la que tu cuentas.

El otro asunto de las supernumeraria A o B no tiene que ver con nada explicitamente codificado, al menos por lo que yo sé. Era un criterio de estos que se te transmitìan con una forma de comunicaciòn preferencialmente no-verbal, con aprobarte cada vez que te llevabas conforme con este criterio y con desaprobarte cada vez que te llevabas de forma no conforme, como ya intenté explicitarlo en el testimonio de mi experiencia dentro de la obra. Nadie en la obra te va a decir que hay miembros, asociados, fieles, o lo que sea, de serie A o de serie B. Ni ellos lo va a admitir dentro de sì. Pero sì hay gente con la que hay que llevarse de cierta forma y otras de forma distinta, personas a la que no se les ocurre de hacerles dormir en cuarto de tres, y otras que nunca disfrutaràn de cuarto de baño singular, personas de nivel que no hay que hacer convivir con otras de nivel màs bajo porque sus trajes, su maquillaje, sus joyas, toda su forma de portarse pueden despertar inquitudes e insatisfacciones; y otras personas de nivel màs bajo que nunca se van a mezclar con otras de nivel màs alto porque estas ùltimas se encontrarian molestas por formas distintas de hablar, de reir, de contar chistes o lo que sea, y tendrìan dificultad a invitar amigas de su entorno que a menudo es un entorno muy snob y elitista.

Nadie en la obra lo va a reconocer, ni dentro de sí mismos. Pero sì que hay miembros de serie A y de serie B, y entre los de serie A hay serie A1 –los que pueden permitirse libertades que lo demàs nunca se van a permitir dentro de su camino- y otros A2; y entre lo de serie B habrà B1 y B2... pero de eso ya han hablado otros muy acertadamente.

Lo que sì pueden llegar a explicarte es que la obra, la vocaciòn, no quita nadie de su sitio, y que es justo y normal que las personas se reunan entre gente semejante por ambiente social, ambiente profesional o ambiente de nivel familiar. Esto ya serìa màs aceptable si no fuera que en la iglesia que frecuentamos cada cual, en la oficina en la que vamos cada mañana, en la mayorìa de sitios que frecuentamos en nuestra epoca, ya los niveles sociales estan muy entremezclados; pero sobre todo lo equivocado està en que el “proprio ambiente” es concebido en la obra como algo inmutable y petrificado: una numeraria auxiliar va a serlo de por vida, y una supernumeraria, especialmente si està casada con otro supernumerario y tienen que aceptar todos los hijos que vengan, nunca podrà ambicionar a ser otra cosa que ama de su casa. Pero ya estoy hablando de cosas que tù conoces màs directamente que yo.

Lo que es divertido es que la naturaleza se venga: y cuando hay que distinguir entre las convivencias de los primeros y de los segundos, algo hay que poner. Y que pones? O pones letras, y entonces habrà Supernumerarias de serie A, de serie B y quizà de serie C; o pones nùmeros, y entonces habrà super de 1era, super de 2da, etcetera. Porque por supuesto, con una mentalidad tan clasista, a nadie se le ocurre llamar “B”, o “2”, a las de nivel màs alto. Serìa una buena trampa para los de fuera, pero ya te dije: la naturaleza se venga.

Bueno, querida Marypt, venga con màs misterios: a ver si logramos explicarlos todos. Y mientras, gracias por refrescarme la memoria ahora que ya estas cosas no me afectan.

Un saludo especial para tì y un abrazo para todos los Orejas,

Elena (Aquilina)**

** Para contentar a los forofos de poner nombre propio y a los forofos de utilizar nick









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