Ponga un pobre en su vida.- Emejota
Fecha Sunday, 05 June 2005
Tema 100. Aspectos sociológicos


Ponga un pobre en su vida

 

Esta mañana me he encontrado con una escena que me ha parecido sacada del túnel del tiempo. Y como era real, (no  un “remake” de Buñuel) todavía estoy que echo humo.

 

Iba por el Raval (que, para el que no conozca Barcelona, es un barrio marginal, bastante degradado) cuando he visto un grupo de niños de unos doce años con polos blancos Lacoste y un aire “bien” que chocaba bastante con el aspecto del personal del barrio (paquistaníes, sobre todo). Un par  de ellos empujaban un carro de supermercado con algunas bolsas. Los acompañaba un adulto que iba dando instrucciones: “¡el equipo 1, vamos, que llame a este timbre, a ver si hay alguna familia!”.

 

Y entonces he caído: me ha venido, una imagen de hace casi 40 años, cuando era pequeña y en el club del Opus nos llevaban a “visitar a los pobres”; y recuerdo lo mal que me sentía entrando en aquellas casas y entregando un paquete de arroz o de garbanzos a aquellos desconocidos que nos miraban con cara hosca. Era eso. ¿A estas alturas?

 

Como en los polos de los niños ponía “Viaró”, al llegar a casa lo he buscado en la web: un colegio de alto standing, con fotos de niños uniformados, con corbatas y chaquetas con escudito en el bolsillo, arbolado y exquisitos céspedes a la inglesa. En la “Información general” del colegio (obra corporativa del Opus Dei) se incluye un apartado llamado “la solidaridad en Viaró”, donde aparece “ayuda alimentaria a familias necesitadas del Raval”.

 

Los alumnos más conscientes de mi Instituto montan comités de Solidaridad; hacen actividades para recoger dinero y lo entregan a ONGs, echan horas en organizaciones de voluntariado, montan charlas informativas, promueven iniciativas de "Comercio Justo", ponen carteles, denuncian situaciones de injusticia. Hay mucho, mucho por hacer; pero con respeto. Sin montar “safaris” para visitar a  “los pobres” y entregarles un paquete de arroz.

 

¿Cómo se puede tener tan poca sensibilidad? Pues está claro: cuando “el otro” no te importa una mierda, cuando no es tu hermano. Cuando lo que intentas no es ayudar al “pobre”, sino que lo utilizas como un instrumento para tus propios fines. Sumar puntos para  ganarle al otro equipo, o  “hacer una buena obra” y sumar puntos para ir al cielo, tanto da.

 

Si eso es una educación cristiana, que venga Dios y lo vea.

 

Emejota 









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=5049