Hola,

Me gustaría saludaros a todos como compañeros que fuimos hace tiempo de más penas que glorias dentro de ya sabéis donde.

Como otros que ya participan en la web, yo os descubrí hace unos meses, y leí todo lo que encontré, desde entonces leo habitualmente las publicaciones, tengo que decir que me han ayudado mucho para darme cuenta que irme de allí fue lo mejor que pude hacer.

Pertenecí a eso unos cinco años, ya hace dos que no voy por allí. Me costó salir pero una vez fuera no quiero ni pensar en volver a entrar. Sé que es poco tiempo pero esta vivencia me ha marcado para siempre.

Quizá algún día me decida a contar alguna de mis vivencias, pero por el momento creo  que el hecho de mandar esta carta es un gran paso para mí.

Descubrir la web fue una gran ayuda para mí, me estáis ayudando mucho a superar el miedo a enfrentarme con ese pasado, que tanto daño me ha hecho.

Como algunos de vosotros yo también he sido menospreciada por exhermanas, y lo sigo siendo pero ahora sí que puedo decir que me da igual, porque SÉ que la decisión que tomé entonces no era la equivocada (cosa que no dejaron de repetirme durante mi supercrisis: YO ME QUIERO IR DE AQUÍ PERO DE QUE YA).

Os quiero confiar un secreto, una de las personas a la que me siento más unida afectivamente (mi papi) es de la cosa, fue la persona que más se alegró de que yo pitara, a partir de ese momento nos fuimos uniendo cada vez más (ahora creo que cuando el no esté yo me moriré de pena), al principio no entendió que yo “abandonara mi vocación” pero se ha ido convenciendo de que fue lo mejor para mí.

En estos momentos, una vez ya fuera (y él todavía dentro) nuestra unión es todavía más fuerte si cabe, el confía en mí y yo en él, me cuenta cosas que creo que no se las cuenta ni a su director espiritual, esto para mí es un síntoma inequívoco de que ya tiene un pie fuera y tarde o temprano lo acabará dejando, pero ya se verá.

El caso es que hace poco tiempo me preguntó qué debía hacer para dejar la cosa y yo le dije que hablara con el director, que le dijera las cosas claras y escribiera una carta de renuncia. Así lo hizo, yo leí la carta (me pareció el gesto más bonito de confianza con otra persona) allí estaban sus pensamientos acerca de la cosa y de su vida… La carta la entregó pero después de hablar con el sacerdote de su centro se lo pensó mejor y todavía sigue dentro, son muchos años de entrega, yo lo entiendo aunque no lo comparto.

Os cuento esto más que nada para desahogarme, creo que uno de estos días voy a retomar este tema con él, quiero que sepa que le quiero un montón, que voy a estar con él siempre y que quiero ser su apoyo en estos momentos en los que se va a encontrar con muchas caras largas, con muchos reproches y comentarios nada agradables (creo que todos sabéis a lo que me refiero). Quiero decirle que tiene una familia fuera de la cosa, que esa si que es su familia de verdad, que le quieren de verdad, con sus virtudes y defectos (que todos tenemos), sin reproches estúpidos y con amor de verdad y del bueno.

            Un saludo a tod@s.

            Sunny