He conocido la Obra bastante de cerca.- Jaime Astarloa
Fecha Wednesday, 01 June 2005
Tema 070. Costumbres y Praxis


Queridas Orejas: Quise escribir este correo para hablar acerca de bueno… que otra cosa. He visitado vuestra página durante un buen tiempo (que la conozco desde los primeros escritos de satur, así que han de ser al menos un año y algo o más creo) y bueno, sin haber sido miembro de la obra, si la he conocido desde bastante cerca. He asistido a los famosos círculos de san Rafael y de no haber cambiado un poco mi actitud me habrían pitado de numerario (vamos, que alguna vez hablamos de vocación, de lo hermoso que es entregarse a Dios por entero). En ese sentido agradezco a vuestra página, pues gracias a esta me he evitado un dolor que no quisiera tener en mis recuerdos a los 50 años.

 

Para ser sincero, en un principio pensaba: que va, estos tíos han exagerado, no puede ser tan asi… con el tiempo me he enterado que algunas cosas son ciertas, y que nadie pensaría a priori como bueno dentro de una institución como:

 

 *la absoluta falta de respeto ante las confidencias: que no existen, que las cosas que uno dice, intimidades, secretos, etc. son informadas a quienes sean necesario que las conozcan.

 

* La captación indiscriminada de vocaciones en chicos de escasos 13/14 años. Hombre, niños (que aún no son hombres maduros y responsables, por la escasa experiencia que pueden tener a su corta edad) mejor dicho, que ante un ideal que a esa edad puede sonar a cuentos de hadas se derriten. Vamos, quien no ha querido cambiar el mundo, y si es por Cristo…cuanto más. Pero el hecho que sean tan pequeños, que no sepan lo que es la vida ni las tantas formas en que se puede servir a Dios y a la sociedad, etc, les hacen pitar y con eso, adquirir un compromiso de por vida.

 

* Muy relacionado con lo otro, es que a diferencia de otras instituciones religiosas, nunca están todas las cartas sobre la mesa. Todo se va conociendo de a poco, tanto cuanto convenga que el individuo conozca. Algo ha cambiado con las comunicaciones, y ahora se saben los tipos de miembros todos (ya, que por testimonios que he leido en la pagina, algunos ingresaron de numerarios sin saber que existían los que se casaban y que la vocación era la misma: a/en la obra)

 

* La existencia de numerarias sirvientas que luego se llamaron auxiliares. Es que me parece increíble que se les diga más menos: “ya, que tu estáis hecha para servir. De que sirve que te eduques, si vais a fregar toda tu vida. Mejor santifícate y deja impecable el baño que se vienen visitas”. Se les corta (como se lee en Amapola) todo contacto con lo exterior, viven para la casa en que sirven. Y no les dan una educación –en los centros hechos para captarlas- que les sirva para surgir. Su destino esta claro y educarlas sería malgastar tiempo y recursos, que son de dios y han de maximizarse (en este punto, si bien es clarísimo, me exprese con ironía. Lo digo porque no quiero herir ninguna susceptibilidad)

 

* La separación de las familias. Alguien que se va a vivir al centro como numerario entra en una nueva familia, que es la obra. La que siempre entendió como tal es la llamada “familia de sangre”. Bueno, ante esto alguien dira: “Y por que nadie dice nada si alguien se mete a carmelita, que ahí se aíslan del mundo para siempre. O cuando se entra al seminario mayor, etc”. Claro, pero en esos casos, el postulante sabe a que se mete y que le espera, en la obra no. Los captan jóvenes, no les dicen lo que significa ser miembro sino pasado un tiempo y más encima les captan diciendo que serán laicos como cualquier otro en medio del mundo, santificándose por su trabajo y haciendo apostolado por medio de éste. En le hecho, cumplen normas incluso mas estrictas que algunos religiosos. No esta mal, pero que sepan a que les espera y no se les imponga.  Claro, diran entonces: “en la obra hay un respeto absoluto a la voluntad” Ya, pero no se lleva a cabo este respeto si coaccionan solapadamente diciendo que no cumplir con ciertas normas es de mal espíritu. Es lo mismo -y perdón si no acerto con la analogía- que una novia os diga: Puedes hacer lo que quieras, pero sabes que me encanta que me hagan regalos caros. El hombre que este conmigo no hace falta que los haga siempre, pero vamos que gana puntos…  O también sabes que no me gusta que te juntes con tus amigos, que puedes hacerlo, pero si lo haces me molesto y o te hablo en días.

 

* Prohibición de hablar con Sacerdotes que no sean de la obra: Esto tb. Cabe dentro de lo que llama mal espíritu.

 

Respecto de esto, quisiera comentar lo astutos que han sido al plantear las cosas como lo hacen. Dicen que te respetan, aceptan y que de cien almas les interesan las cien. Luego, si haces algo que en cualquier sitio nadie daría importancia pero que a ellos obsesiona, es de mal espíritu. Te lo presentan casi como pecado mortal. Les importa ademas que se haga apostolado, lo que esta muy bien. Lo malo comienza con el empezar a hacer distinciones: que invita al mejor alumno, a ese que todos quieren, a los lideres. No gasten el tiempo con presas fáciles. Que no creo sea muy Cristiano, pero bueno, se los paso porque no son ni los primeros ni los últimos dentro de la Iglesia que hacen este tipo de distinciones. Quizás sean necesarias para cambiar el mundo, de modo que captando a los líderes este mundo será mas como Dios lo pensó.

 

Sin embargo todo esto lo plantean con suma amabilidad, jamás una mala palabra. Touché, que si no funciona TU estas mal, no ellos. Si haces objeciones Tu estas mal, no ellos. TU no eres generoso, tu te estas perdiendo, tu te quemas. En fin, quizás a alguien le funciones y le guste, y de veras bien por ellos. Pero hay ciertos puntos que por mucha buena voluntad creo son importantes, especialmente el de captar chicos sin saber realmente lo que Dios quiere de ellos.

 

Me despido, saludos a todos.

 

Jaime Astarloa









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