Al igual que muchos de vosotros, leo con gusto esta web, y, más o menos, me mantengo al día de lo que pasa. Así, he podido observar que cada cierto tiempo, alguien escribe para decir lo rencorosos que son los ex y lo buenos que son los del Opus. Y cuando leo estos escritos, me pregunto que quién les habrá dado vela en este entierro y si habrán leído todo lo publicado desde su inicio.

Por mi profesión, me paso el día leyendo y analizando textos, y creo haber descubierto en esta web una gran variedad de opiniones, temas, formas de ver las cosas, gente muy rebotada, gente casi con síndrome de Estocolmo, otra a la que el Opus le cae ya muy lejano, en fin, una amplia diversidad de puntos de vista...

Ciertamente, la gente muy afín a la Obra no creo que sea asidua a esta web, entre otras cosas, porque no tendrán tiempo si quieren  entrar en todas las que la prelatura o sus miembros dispersan a lo largo y ancho de esta realidad virtual que es la Red.

Yo he percibido en bastantes de estos escritores cierta frialdad, un afán de juzgar a los demás y de deslegitimar sus aportaciones. Creo que ellos sí que podría parecer que tienen un rencor, una “mala leche”, que diría un castizo, que está ausente de la mayoría de los testimonios que se exponen en la web. Esa impresión me da. Nótese que hablo con suma prudencia, pues no quiero caer en el error de juzgar a nadie. Ya sabemos que lo escrito, a veces no refleja con exactitud lo que se quiere decir, y que las palabras, sin un gesto que las acompañe, dicen lo que no se pretendía.

He visto cariño para con personas de la Obra a quienes se les reconocen innumerables virtudes y a las que se recuerda o trata con cariño; he podido comprobar el nacimiento de amistades de personas  a través de esta web; algunos han ofrecido su ayuda a personas que la pedían; he visto alentar a los que estaban desanimados o alegrarse con los que en sus escritos quisieron compartir buenos momentos... En resumen, no creo que los lectores de opuslibros sean tan malos como los pintan algunos que, de vez en cuando, pretenden cambiar el curso de la página.

Me parece bien que den su opinión, siempre que sea respetuosa,-“aquí”, cabemos todos, no como “allí”-, pero les aconsejaría que aplicaran la letra de aquella famosa canción del Opus: cada caminante, siga su camino.

Yo añadiría: y riéndome con el Satur, lo demás, me importa un comino.

Un saludo para todos de U2