Sigo leyendo con interés la página y al hilo de la última intervención de Satur sobre, "nosotros somos los puros", quiero añadir algo. Y es que tú o yo que nunca fuimos super mega directores de ningún consejo o asesoría, estábamos, al menos yo estaba bastante convencida de que si yo usaba el cilicio al menos dos horas diarias, de que todo el mundo lo hacía igual. De que si venía una gran directora de Roma y nos recordaba el plan apostólico diario, estaba implícito en mi mente que ella era el doble de "apostólica" que yo, y así sucesivamente.
Pero la realidad no es esa. A tí o a mí, numerarios de a pie, se nos exigía todo lo que nos dejáramos, y al menos yo me dejé mucho, mientras que la élite no hace ni la mitad de mortificaciones ni de planes, ni se come el tarro sobre ningún mandamiento en particular. Ellos mandan y punto.
Por eso creo que es importante deshacer el mito de que los directores que a tí o a mí nos llamaban "Orgullosos", "débiles", "Impuros" ... etc. no lo son a su vez y en una mayor medida, pues la única verdad a la que se someten es su poder sobre las conciencias.
Necesitamos bajar del pedestal a la opus y sus adláteres. Dejémonos de cuentos: para exigir virtudes no hay predicación que valga, sino ejemplo. En la opus la práctica son contraejemplos de lo que predican.
Me choca cuando leo que algún ex permite que le llamen a su casa y le pregunten: "¿y tú que tal? " o admita preguntas sobre la intimidad. Yo no le permito ni lo permitiré. A mí se me ha acabado la dosis de gilipollez necesaria para seguir colgada como estuve.
Las numerarias no llevan camisetas sin mangas, y le harán la corrección a la que la lleve un poco corta o ajustada. Pero su hipocresía es tan larga como sus mangas. ¿En eso consiste ser cristiano? Puritanismo y cinismo se dan la mano.
Así que menos sentirse culpables por tonterías y más valentía para mandarlos al cuerno.
Hasta otra
Ana Azanza
