Escribo en respuesta al correo publicado por Alberto, el día 23 de mayo. ('No puedo más')

 

Quería decirte que yo vivo una situación similar a la tuya y la verdad es que tampoco me siento muy cómodo con determinados comportamientos. Mis padres son supernumerarios, tengo 3 hermanos numerarios y sólo uno ajeno al Opus Dei. En este caso se puede decir que somos 2 ovejas negras, quizás yo más negra porque mi hermana de vez en cuando acude por algún medio de formación, aunque no es del Opus Dei. Mis hermanos numerarios hasta se sorprenden de que semejante ‘pieza’ al final se haya casado y tenga dos niñas. Pobriñas.

 

Me resulta muy difícil hablar con mis hermanos numerarios. Yo tengo 32 años y ellos 33, 29 y 28. Digo yo que a estas edades ya podría hablar de algo que no sean pájaros y flores. La mayoría de las conversaciones son muy triviales, tremendamente huecas, se llena el rato de palabras, sin contar nada. Muchas anécdotas, muchas risas, pero no sé nada de la vida de mis hermanos numerarios. Y me canso de que sepan todo de la mía ya sea porque yo lo cuento o porque se lo cuentan mis padres.  No sabes si te dicen la verdad o un mentira piadosa, pero nunca contestan a mis preguntas conflictivas sobre el Opus Dei. Mis padres se esfuerzan en que haya un ambiente familiar sano y creo que lo hay, pero a veces la alegría de mis padres y hermanos me resulta un tanto artificial, forzada, como si fuera de mal gusto estar un poco plof.

 

Me he armado de valor algunas veces y he hablado de esto con mi padre y con uno de mis hermanos numerarios. Mi madre me huye cuando hablo de estos temas y mis otros dos hermanos se van por la tangente o salen escopetados huyendo de las palabras que pronuncia el inconsciente de su hermano que parece que las pronuncia el mismísimo satanás.  Mi consejo o mi experiencia es que lo hagas, es duro y parece que te das contra una pared, pero creo que hay que hacerlo, si es tu familia hay que hablar de todo, ¿no?. Mi hermano mayor que es con el que he hablado es muy cabezón en sus planteamientos y a veces me asusta, pero creo que duda más de lo que está dispuesto a reconocer. En general todos los numerarios dudan más de lo que parece, fíjate sin ir más lejos que mucha de la gente que escribe en esta página reconocen haber sido numerarios cerrados y al final han acabado planteándose muchas cosas y finalmente marchándose.

 

  Otra cosa, igual que es molesto que ellos jueguen el rol de ‘santitos’ y tu de ‘oveja descarriada’, a ellos también les molesta (me lo ha dicho muchas veces mi hermano) cuando yo juego el rol de ‘tio normal en el mundo’ y les posiciono a ellos en el de ‘marcianos que no conocen el mundo’. No sé si me explico. Mejor no jugar roles, hablar como personas maduras con el menor número de prejuicios posible. A veces caigo en su mismo error y me pongo en plan dogmático, en plan de ¿qué estás haciendo con tu vida?, pero reconozco que también me molesta que ellos lo hagan conmigo. Le ha dado tantas veces vueltas a este tema que parece como que ya tengo respuestas para todo y en seguida suelto mi retahíla…, y no llegamos a ningún lado porque ellos también tiene su respuesta oficial.

 

  En fin, no me gustan los consejos, pero ve poco a poco, no sentencies y piensa que aunque no parecen escuchar lo que les dices, si escuchan, pero no pueden admitir debilidad y me los veo al instante hablando con su director de la conversación y pienso... ¿le prohibirán hablar conmigo?. Mejor poco a poco y con un esfuerzo grande de comprensión.

 

Mucho ánimo

 

Álvaro