Objeciones a lo 'atractivo' de la Obra.- César
Fecha Wednesday, 25 May 2005
Tema 070. Costumbres y Praxis


Carmen Charo:

 

Un saludo te mando primeramente y me gustaría compartir contigo y todos los lectores lo siguiente:

 

Se puede notar en mis escritos que a un servidor, a comparación de muchos, no me fue mal dentro de la multicitada “INSTITUCIÓN”, dada mi poca permanencia, poco más de 7 años y con objeciones de hacer fidelidad.

 

Objeciones sí, porque al final del camino de renovación, comprendí, entre otras cosas, que lo más atractivo inicialmente de la obra era la libertad, que el fundador en su librito caminos pedía “almas de criterio”, el amor a la familia que profesaba como “ese dulcísimo precepto” (que yo amando inmensamente a mi familia -como lo hacia Cristo llevando a María a todos lados hasta su muerte), la amistad y confidencia (esa amistad que hizo llorar a Jesús con la muerte de Lázaro, las lágrimas de su hermana, que todo eso influyo para que le devolviera la vida del cuerpo), o bien esa tolerancia, amor y aceptación de diferencias que quería a su Pedro bruto, voluntarioso, a su Juan abnegado y fiel, a su Pablo dogmático estudioso de la leyes, y a Zaqueo. En fin eso me gustaba mucho de la obra, parecía evangélica, hasta que sucedió lo que finalmente viene a ser MI CRITERIO, para que luego no vengan réplicas de que generalizo, más bien es mi humilde opinión:

 

  • Libertad, se volvió en sometimiento, obediencia no razonada, no había libertad o más bien intentaron coartar mi libertad de profesión u oficio, mi libertad de pensamiento y de lectura, de ir al cine, mi libertad de amar como me gusta y enseñaron a amar mis padres, mi libertad a discernir de tal o cual criterio, orden, norma. Todo con la amenaza del infierno si perdía mi vocación, que quizá la tuve, y ellos hicieron que la perdiera por manojos enteros de incogruencias..                       
  • El alma de criterio, se volvió un manojo de normas, de sometimiento de la conciencia, caída de mi voluntad y se convirtió en ciega obediencia.
  • El dulcísimo precepto, se convirtió poco a poco en amargo lamento, al separarme de la intimidad de la familia, solo poderles predicar con una sonrisa sobrepuesta, una buena fachada y detrás de esta una “obra negra”, una casa triste. El único que podía llevar a la abuela a todas partes y a la tía, que ni mi abuela y tía son y nunca lo fueron, era el fundador, los demás no, para nosotros eran anclas tan pesadas que detienen el trazo de pincel delicado de la mano de Dios (o sería de Escriba).
  • Amistad y confidencia, se convirtió en pescar en la indiferencia, la hipocresía, que me obligaban a que me mostrase interesado en muchos temas que ni me despeinaba por saber, pero que eran motivo para que picaran, ya después ya dentro, o bien rechazado, ya podía dejar de interesarme esa alma (de cien, me di cuenta que sólo interesaban los que tenían mejores estados financieros, los que podían ser burros de carga y no más)
  • Tolerancia, amor y aceptación de diferencias. Aprendí que sólo querían versiones distorsionadas de Juan o de Pablo, o de Pedro, distorsionadas porque de Juan sólo les interesaba su juventud, aunque a ellos les interesan más jovenes, de 14 o 15 años, si pudieran a los 9 lo harían a los 9 y su fidelidad, más no el amor que el daba a los demás, de Pablo su dogmatismo legal y no esa parte tan humana que le hizo tan grande, solo les interesaba la parte de la ley por la ley y no en cuanto a lo que debe ser y de Pedro, mmmm de Pedro solo les interesaba que su sucesor les viera con buenos ojos, aún a costa de ocultarle toda su colección de incongruencias y culto desproporcionado a su fundador (ver los escritos del elocuente EBE). Ahhh y de Zaqueo, sólo les interesaba que ese Zaqueo, no repartiera la mitad de los bienes a los pobres y devolviera el producto de la usura a sus victimas, sino que lograría el perdón entregándoselos a los más pobrecitos llamados OD. Me cae mejor el del evangelio.

No me fue mal, porque gran parte de la culpa de disfrutar tanto a mi esposa y a mi hija, el poderles ver como la gracia más grande que Dios me ha dado, el ver que las cosas a través del escrúpulo sólo ahogan, que no hay morbo cuando veo a una chica en biquini, si admiración, pero impureza y morbo… NO. Es lo que me ha dejado la Obra,  por decirlo con otras palabras “no sabría qué tan rica era la miel, si no hubiese dado ese tremendo trago al vinagre”.

 

Respecto a lo que dices del Papa Juan Pablo II, yo me considero una persona que le amo muchísimo, que es un ejemplo de santidad, pero al ser hombre y tener tantos conflictos  en Polonia durante una época comunista, le dejo pozo y quiso enfrentar esa sombra a tal grado que pudo confundir comunismo con responsabilidad social de los hombres, tal es el caso de la Teología de la Liberación, no es su parte radical, la moderada sólo pedía que la Iglesia volteara hacia una realidad muy dura y tan palpable y del papel de que la Iglesia debía de hacer un compromiso con esos fieles por la lucha de mejorar sus condiciones mínimas humanas, tal como la Iglesia lo hizo en todos los foros multinacionales defendiendo la libertad de la persona humana.

 

Un abrazo.

 

César 









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