Mi querida Luchadora:

Aunque no te he escrito, he seguido lo que has vivido estos últimos días. Estoy contentísima de que tengas a tu hija ya en casa...¡Qué Maravilla!

Yo salí el año pasado, después de 21 años dentro. El año que llevo fuera no lo cambio por nada. Y no he dejado de tener problemas. Entre otros, mi padre casi se muere en abril, no tengo todavía trabajo estable, etc. etc. Pero son problemas reales. No artificiales.

A veces, cuando voy por la calle y hago varias gestiones del tipo que sea, cojo el autobús, me bajo, voy de un sitio a otro y soy yo la que decide dónde cómo, cuándo, a qué hora vuelvo, etc, me siento la mujer más libre del mundo.

Ahora, también te digo que yo corté radical con todo ese ambiente...No dejaron de llamarme por "si quería algo". No era verdad. lo que no soportaban es que yo hubiese tomado la decisión por mi cuenta. No hablé nunca más con nadie, para evitar el chaparrón de complejo de culpabilidad que intentan dejar después.

Bueno, seguro que lo estás haciendo estupendamente. Que disfrutéis muchísimo. ¡Ah, yo estuve varios meses preguntándole a mi madre si yo era buena....!!! Le debo todo el apoyo que me ha dado...Bueno, un besito muy fuerte a las dos, seguiremos en contacto

Penélope