Querido Jose Carlos:

respondo a tu despedida mandándote un fuerte abrazo, y agradeciendo tus amables palabras. Te admiro, chaval: eres inasequible al desaliento y has defendido tus posturas actuando siempre como un caballero. Los detalles de tu historia que nos has contado alguna vez, no me han extrañado nada: la Obra posee simultáneamente grandes ideales y praxis contradictorias, buenas indicaciones (geniales a veces) y auténticas aberraciones prácticas. Esto es bastante evidente en la doctrina escrita, de la que los documentos internos son buena muestra. Y mucho más notorio en la vida de sus fieles, con hechos heroicos y caritativos junto con errores garrafales. Es la vida misma, pero exagerada hasta extremos insospechados. Una persona que quiera ser coherente difícilmente puede seguir inmersa en la organización sin grave deterioro. Creo que tomaste la mejor decisión y espero que seas muy feliz y que hagas felices a muchos otros.

Me parece muy acertado también que te tomes estas vacaciones. En esta web se hace una gran labor, pero para algunos puede convertirse en un arrecife. Hay que saber cuando dejar a un lado nostalgias, análisis y discusiones, aunque sean apasionantes, y pasar a otra cosa mariposa.

A veces las discusiones aquí son tan viscerales y tan frecuentes que es imposible ponerse de acuerdo. En tus propuestas de mejora  has hecho un análisis lúcido: te recomiendo que lo pongas en una carpetita, se lo envíes al "jefe" con una cartita explicando tu propósito y pases a otra cosa. ¿Puede ser un gesto inútil? quien sabe. Mi experiencia profesional me dice que las personas en puestos directivos, enfrentadas claramente a su responsabilidad, asumen los mensajes aunque no les gusten, e incluso, a veces, responden. El Prelado tiene la autoridad y la responsabilidad. Difícilmente podrás hacer más en este asunto. Y a veces la ingenuidad y la rectitud desarman mejor a gente con caparazones gruesos que estrategias bien tramadas. En fin, tu verás.

Mi objetivo principal era, es, mandarte un abrazote y desearte lo mejor. Si quieres mi e-mail pido a los orejas que sean tan amables de dártelo, y me encantará contestarte si me escribes.

Ánimo pues, que la vida nos sonríe.

Zuri