No puedo decir que me sorprendió tu despedida; era algo que se venía tarde o temprano porque nadie aguanta gratuitamente que le tiren tantos dardos envenenados o que le pregunten tantas cosas de las que no puedes dar una explicación racional.
No voy a extrañarte como dicen algunos, pero tampoco “voy a descorchar el cava” como erradamente supones de Agustina, la promotora de la página. No la conozco ni me he escrito con ella pero estoy segura que nada de brindar por una despedida.
Sé que cuando leíste mi testimonio allá por Octubre de 2004 te sacudiste en forma, sé que “se te cayó el alma al piso” porque una amiga que tenemos en común y que te quiere muchísimo, me dijo que te habías sentido mal y que querías que me lo hiciera saber.
Después tuvimos unos “rifirrafes” como expresó hace unos días un participante llamado Fulcro (gracias Fulcro por tu acertada reflexión y tu consejo a José Carlos acerca de la “opustianización” de la familia) en los que puede no te hayan gustado mis palabras y algunos oscuros vaticinios hacia tu pareja; pero creeme que puse en ello toda mi sinceridad y mi evaluación de la realidad.
Además, de mejores modos todos los otros te han dicho lo mismo: que no se puede ser hombre casado usando anillos de numerario y haciendo normas de numerario, que no se puede servir a dos señores, que el opus tiene gente muy buena pero que institucionalmente está lleno de contradicciones y normas cuadriculadas e inaceptables. ¿Podemos estar tantas personas equivocadas al mismo tiempo? ¿Seremos todos tan malintencionados de desearte lo peor para tu matrimonio y tu vida espiritual? ¿Por qué ese afán en defender el querer vivir como lo que fuiste si tu realidad es diferente?
Dentro del mismo opus hay reglas diferentes para miembros célibes y miembros casados. Vos no sos ninguna de las dos cosas, solo un simple cooperador; así que mucho sentido no tiene que te justifiques tanto, promuevas y enfatices tanto en el cumplimiento de reglas que ya deberías haber dejado en el pasado. El opus no se va a reformar por mucho que te empeñes ni van a crear la figura del numerario casado especialmente para vos.
Seguramente dirás que con ello no le haces mal a nadie, que mientras a tu señora esposa no le moleste e incluso que ella te apoya en todo ... Yo te voy a responder con un refrán que usan mucho en Chile, y he comenzado a oir tambien por estas tierras:
“No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague”
Espero que cuando se cumpla el plazo, no tengas que pagar el alto precio de la infelicidad por haberte negado a aceptar lo que de una forma u otra se te previno desde tiempo atrás. Y ya que estoy con los vecinos chilenos ¿sabés cual es la máxima escrita en el escudo nacional de ese país?
“Por la razón, o por la fuerza”
Dios quiera que aprendas las cosas de la vida por la razón, nunca por la fuerza.
Que te vaya bonito...
María Cristina
