Bueno José Carlos, ya te has despedido. No sabes como te voy a echar de menos. Has sido durante mucho tiempo el contrapunto de la página. El "bordón" de la gaita que acompaña y rodea la melodía. Ha sido difícil estar de acuerdo contigo en casi nada, de hecho eras uno de mis estímulos a mis aportaciones en la página, generalmente para opinar en sentido contrario, pero has estado ahí.

Callando mas que escribiendo, oyendo argumentos que no podías rechazar pero esforzándote en presentar una faceta , un angulo, una esquinita donde la Cosa quedaba bien parada. Al final, con tus historias, casi has hecho una Obra nueva. Tolerante, amable, cariñosa, comprensiva. De hecho esta Obra nueva es la que luego, al intentar enmendar la antigua, y ver la magnitud de la tarea, nos ha hecho ver  como el caballero sin miedo y sin tacha, se bajaba del caballo.

Nos has enseñado retazos de tu aventura personal. Ahí tambien topaste con las contradicciones inherentes al sistema. ¿En medio del mundo? ¿Santificar el trabajo ordinario?. Si pero... mejor que cambies el trabajo, mejor que cambies de ciudad, mejor que te dediques una temporada a trabajos internos. O sea, los Superfrailes en medio del mundo.

Al final aunque no has dicho ni pío , tambien te habrás leído la discusión sobre la situación de los "laicos " en la estructura canónica. y seguro que te habrás quedado de piedra. Porque por una parte te decían "ni votos ni botas, estamos aquí porque nos da la gana", pero por otra, venga y dale con la intención especial y cuando sale lo que les gusta, va y se dejan fuera la parte laica, ellos que siempre habían huido de de las cosas clericales. En fin otro capítulo para la transformación de la Cosa.

No te preocupes José Carlos, ya sabes que como decía aquel, hijo, padre y hermano de artistas y escritores y obviamente santos en ciernes, las cosas que no son de Dios se disolverán en el tiempo como un azucarillo y de la Cosa quedarán, por lo menos los supernumerarios, la jerarquía, los seminaristas y las amas. No será lo que habían soñado, pero no está mal, para alguien que se creyó elegido de Dios y quiso enmendar la plana a casi todos. Incluso creo que a un Papa a quien puso en su Indice.

Que tu vida sea tan entretenida como hasta ahora y que la disfrutes con tu mujer a tope. Cuídate un poquito y pasátelo bien, que con un poco de suerte al final nos veremos todos y será el tiempo de los abrazos.

Con cariño.

Cooper