'Queridísimos diocesanos' (Cap.25 de 'La ropa sucia...').- Nacho Fernández
Fecha Friday, 13 May 2005
Tema 010. Testimonios


 

 “QUERIDÍSIMOS” DIOCESANOS

Cap.25 de 'La ropa sucia se lava en casa...'

Enviado por NACHO FERNÁNDEZ, 13 de mayo de 2005

 

 

    En los años sesenta existía en la calle Mayor número 81 de Madrid una residencia para sacerdotes diocesanos, de la que se responsabilizaba el entonces instituto secular Opus Dei. Los de la Obra decíamos que el Opus Dei era una asociación católica internacional de fieles que se proponía la santificación de los que vivíamos en el mundo a través de la santificación del trabajo ordinario y el cumplimiento de las obligaciones ordinarias de lo cristianos. Como los sacerdotes diocesanos estaban también en el mundo podían también participar del espíritu del Opus Dei a través de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz como oblatos (denominados posteriormente agregados) y supernumerarios.

 

   La residencia de la calle Mayor 81 de Madrid se denominaba “Convictorio Sacerdotal de San Miguel” y a su frente estuvieron algunos sacerdotes numerarios del Opus Dei que eran muy queridos por los residentes, como don  Miguel Rivilla Vidaurre y Don José Montañés.  Se trata de dos clérigos --hoy fallecidos--  que estaban llenos de humanidad, por lo que eran muy queridos por las personas que atendían. Casi todos los residentes eran agregados o supernumerarios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y atendían, entre otros templos,  la Basílica Pontificia de San Miguel, situada a unos 500 metros, y el Oratorio de Caballero de Gracia, en la Gran Vía de Madrid.

 

    En el piso bajo del edificio de Mayor, 81 fueron alquilados unos locales...



-no se si incluso se compraron- como sede del centro de sacerdotes agregados y supernumerarios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. La denominación externa fue “Centro de Cultura Teológica”. El hecho de tener aquí unos locales coincidía con la cercanía del Seminario Mayor de Madrid, situado en la calle San Buenaventura,. Entre uno y otro existían como separación el llamado Viaducto que unía dos partes de la calle Bailén y dos zonas de la capital y los llamados jardines de las Vistillas. Con el tiempo se terminó delante del Convictorio la  hoy Catedral de Nuestra Señora de la Almudena que fue bendecida por el Papa Juan Pablo II en junio de 1993. La construcción del este templo, el más importante de la diócesis  tardó más de un siglo. Antes de su inauguración, la catedral de Madrid era la Iglesia de San Isidro, situada en una casa de la Compañía de Jesús en la calle Toledo de Madrid.

 

   Siempre oí dentro de la Obra que el “Convictorio Sacerdotal de San Miguel”, un caso único en el mundo,  no era lo propio del Opus Dei. Eso de residencias para sacerdotes diocesanos no estaba de acuerdo con el espíritu de su fundador, que insistía en el carácter laical de la institución. Se daba a entender que tantos sacerdotes juntos podían desviar lo que él pretendió en las distintas etapas y fundaciones: primero los hombres (2 de octubre de 1928); después las mujeres (14 de febrero de 1930); y finalmente los sacerdotes, primero con la ordenación  de seglares de la obra  como sacerdotes numerarios (el 14 de febrero de 1943), y  la posterior incorporación de sacerdotes diocesanos, como agregados y supernumerarios.

 

   El Santo Marqués de Peralta, el único sacerdote de la historia de España que siendo sacerdote solicitó un título nobiliario (San Francisco de Borja renunció al título de Duque de Gandía al ingresar en la Compañía de Jesús, por lo que fue denominado “el Santo Duque de Gandía”) incluso recordó más de una vez que estuvo a punto de abandonar el Opus Dei para dedicarse a la fundación de un instituto o asociación para la atención de los sacerdotes, pero  Dios le hizo entender que los sacerdotes diocesanos también podían participar del espíritu del Opus Dei, ya que vivían plenamente en medio del mundo. Maravilloso descubrimiento. ¡Qué buen deseo! Claro él había estado en una residencia sacerdotal en la calle Larra de Madrid en sus primeros tiempos de llegada a la capital.

 

   Pasaron los años. Como ese Convictorio Sacerdotal de San Miguel no iba con el espíritu del Opus Dei, fue cerrado. ¿Cómo iba a tener un nombre tan clerical como ése? Los residentes se trasladaron a otros lugares. Eso sí iban a las actividades del Centro de Cultura Teológica. No pasó mucho tiempo. Lo que era una residencia de sacerdotes diocesanos dejó de serlo. En su lugar existe hoy una residencia de fieles numerarios del Opus Dei, en el que se incluyen algunos sacerdotes numerarios. ¡Qué queridos fueron los sacerdotes diocesanos! Un ejemplo del mucho cariño que se les tiene en la Prelatura (la única de la Iglesia Católica).

 

   Algunos de esos sacerdotes que entonces residían en el Convictorio Sacerdotal de San Miguel siguen atendiendo la Basílica Pontificia de San Miguel. En esta Basílica, en su parte trasera existe un escudo pontificio en un edificio de la Plaza del Conde de Miranda (el centro es denominado internamente Miranda) en el que residen sacerdotes que atienden este templo,  junto a numerarios laicos. Incluso en la entrada de la Administración puede verse una placa en la que dice: “Basílica Pontificia de San Miguel. Nunciatura Apostólica. Cuerpo Diplomático”. ¿No se trata más bien de un edificio clerical, en el que viven personas numerarias  o numerarias auxiliares del Opus Dei que no son diplomáticos? Si se eliminó el Convictorio también habría que eliminar esto. O dejarlo para los sacerdotes, que sí son clérigos. Aporto estos datos. Que cada uno de mis lectores fije su posición.

 

   Por ello, pienso que a la obra le interesan los sacerdotes diocesanos para servirse de ellos. Con el pretexto de que se santifican con  su profesión,  pueden aportar vocaciones de numerarios, agregados y supernumerarios y, en algúnn caso, vocaciones religiosas, pero en cualquier caso no será lo que predomine. En mis 34 años de agregado del Opus Dei me contaron escasísimos ejemplos de esto último.

 

FOTOS

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Foto 1:

Esta es la entrada de la casa de Mayor, 81 de Madrid, donde se encuentra un centro de numerarios del Opus Dei, que en su día fue el Convictorio Sacerdotal de San Miguel, una rsidenccia para sacerdotes diocesanos. En la planta baja existe el Centro de Cultura Teológica, un biblioteca para sacerdotes diocesanos de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz

 

 

 

 

Foto 2:

Vista de la Catedral de la Almudena de Madrid, que fue bendecida por Juan Pablo II en junio de 1993 y en la que existe una imagen del fundador del Opus Dei, instalada en una de sus capillas:

 

 

 

Foto 3:

Esta es la entrada de la Basílica Pontificia de San Miguel de Madrid. A la derecha, en la parte baja, se encuentra la entrada a la cripta, donde tienen lugar retiros de los centros de San Gabriel de la Obra en Madrid.

 

 

 

Foto 4:

Esta es la puerta de entrada a la residencia de numerarios del Opus Dei que existe en la parte trasera de la Basílica Pontificia de San Miguel de Madrid. Al igual que en la entrada de la administrcaión, existe una placa de cuerpo diplomático y de Nunciatura. La novedad es un escudo pontificio en la fachada de la casa.

 

Foto 5:

Esta fotografía reproduce la placa que existe en la entrada de la administración de la Obra a la casa existente en la parte trasera de la Basílica Pontificia de San Miguel de Madrid. Puede lerse claramente Cuerpo Diplomático y Nunciatura Apostólica.

                                NACHO FERNÁNDEZ

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