Les hablo desde la ignorancia de quien no ha pertenecido jamás a la organización.. ni ha tenido familiares en ella.. ni siquiera ha tenido contacto (consciente) con alguna persona perteneciente...
Todo lo más, recibí mi educación escolar íntegra en un colegio salesiano (lo cual, no creo que tenga mucho que ver gracias a Dios aunque 'en todos sitios cuezan habas').
La imagen que he tenido desde esta institución, orden, prelatura, o como guste en autodenominarse, siempre fue oscura, vaga y sobre todo 'grave'. Sin embargo mi desconocimiento es total hasta hace unos meses, cuando, casi por casualidad, tropiezo con su página y (con cierta curiosidad, algo morbosa debo decir) empiezo a leer cuantos artículos y 'libros' se muestran en ella. Durante este tiempo he asistido impresionado a cuantas historias se relatan aqui y debo decir que muchas veces he abandonado la lectura al notar como una sensación extraña y desagradable se me alojaba en la boca del estómago.
Al leer estos textos, uno recrea a personas, actitudes y emociones ajenas que producen una enorme tristeza, asi como un poco de pánico ante la posibilidad de enfrentarse inconsciente y habitualmente a personas o entidades que pertenezcan a una institución tan sólidamente establecida y sutílmente omnipresente. Sin embargo ( y no se si se debe a que estos relatos son en su mayoría sustanciales síntesis de la experiencia individual de muchos años) los retratos de directores, confesores, compañeros y rectores se antojan tan frios e inexpresivos que parecen autómatas más que personas. Personajes de película de invasión extraterrestre que producen una psicosis colectiva en una serie de personas imposibilitadas de hacer ver a los demás el peligro que esas sonrisas vacías entrañan...
De cualquier forma, uno siente una alegría (bastante sincera y grande teniendo en cuenta que no os conozco a ninguno de nada para congratularme por vuestra suerte) al leer que sois muchos los que habeis vencido años de abusos psicológicos y de confusión mental. Que habeis logrado romper un vínculo irrompible con un estilo de vida absurdo, triste, engañoso y esteril. Y que ya no practicais esa 'santa coacción' y 'santa desvergüenza' que con aberrante deleite os inculcaron.
Os deseo que podais ser felices y disfrutar de nuevo de la amistad, de la familia (la de sangre), del amor y el afecto real de otras personas... pero también os pido que, vosotros que sabeis, jamás acalleis vuestras voces. Que no justifiqueis a una iglesia que canonizó en dos días a semejante pirata de almas... Y que, los que aun seais católicos, exijais a lo que queda sin infectar de vuestra S.M. Iglesia que se vuelvan contra esos infames que utilizan el mismo nombre de Cristo como cebo de una pesca sucia, aberrante y escándalosa.
Mi admiración, mi respeto y mis felicitaciones para con vosotros.
garelli
PD: Por las casualidades de la vida, hoy tengo conocimiento de que un familiar demasiado cercano de la persona a la que amo, se encuentra en las garras de esos santos coaccionadores desde hace ya algunos años. Ella apenas habla de él y cuando lo hace, su tristeza me parte el alma.
