A modo de presentación. UNIV del 80.- Ketubi
Fecha Sunday, 24 April 2005
Tema 010. Testimonios


Hola a todos Técnicamente -jurídicamente- nunca he sido de Ello, aunque no fue eso lo que me contaron cuando escribí la famosa cartita en el UNIV del 80. A todos los efectos prácticos yo era, me dijo el tipo con quien pité, de Santillana (Madrid), tan opus como el que más. Duré un día y medio. Se ha hablado aquí del UNIV como una orgía del proselitismo. El que no haya estado no se lo puede imaginar. Para un jovenzuelo católico y con un temperamento medianamente romántico, la combinación de Roma, la atmósfera eufórica, el Papa y los primeros espadas de la Prela dándolo todo es irresistible.

La noche que dije que sí, que vale, en una residencia de monjas llamada Montecaminetto (creo), estaba de vino hasta el culo. Al día siguiente, lo confieso, me duraba la euforia. Hubo tertulia con D. Álvaro, y aunque yo no conseguía sumarme al entusiasmo 'personalista', sí me entusiasmaba, pobre niñato imbécil, la sensación de pertenecer a un grupo de Elegidos para la Gloria. Al otro día, sin avisar y sin que estuviera en el guión, el Papa nos recibió por sorpresa en el Cortile San Dámaso (¿coincidí ahí con Satur? Creo recordar la escena que describe, quién sabe). El caso es que, como Ello no había tenido ocasión de organizar la cosa, se montó un follón tremendo y yo quedé separado 'de los míos' y sentado entre mozas a cuál más mona. Me puse a coquetear con naturalidad en cero coma, y a la tercera ocasión de NO guardar la vista, me dije: "¡NI DE COÑÑÑA!".

Hubo 'recaídas' luego. Fui al cabo de las semanas a una 'convivencia de pitables' en Los Rosales. También ahí sacaron la artillería pesada, con 'mayor de Casa' incluido. Remoloneé un poco, me dejé querer y tal. Pero como que no. Llegaron las vacaciones de verano, me fui con mi familia a la sierra, y un día aparecen dos Numeritos para "recogerme" y llevarme a una (otra) convivencia. Pero ya, venga, ahora. Les dije que se montaran en el coche y se largaran por donde habían venido. La resistencia pasiva funcionó. Quería (o estaba dispuesto a) ir a cosillas de Ello, pero me asignaron a un centro de la otra delegación, con un director en la cuarentena que había pitado con 14 y que estaba medio espacializado en casos así. La última vez que hablé con él acababa de volver de su viaje de bodas. Se había casado con una ex numeraria.

Joder, si es que es muy difícil. Ahora sigo rodeado de Ello por todas partes, pero nadie me pide nada. Me confieso ocasionalmente con un cura de Ello (he encontrado curas magníficos, incluido don Rete), hay siete -siete- ex entre mis compañeros de trabajo, innumerables entre mis amigos, dos super, hermanos, padres... No tengo una conclusión definitiva. No espero tenerla. Pero me encanta leer vuestras historias. Luego más.

ketubi 









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