Esther, tu historia es la de muchos.- Gregori P.
Fecha Wednesday, 07 January 2004
Tema 050. Proselitismo, vocación


Querida Esther

He leído tu carta, y estoy de acuerdo contigo de que tu historia es la de muchos de los que escribimos ahora en esta página.

Y me he acordado de un chico, llamado Enrique. Había sido catequista suyo, en un colegio de mi pueblo, organizado desde un centro de la obra. No había pitado nadie de ese colegio, y estaba a punto de cerrarse la catequesis, a pesar de mi negativa. Aunque de eso ya hablaré otro día, si me acuerdo.

Enrique empezó a venir por el centro. Ya tenía quince años, y podía romper la mala racha de la catequesis. Podía pitar él, y empezar a pitar muchos más, que estaban como a la expectativa, como esperando a ver si alguien se decidía.

Enrique iba a la charla de uno de la obra, pongamos que se llamaba Adolfo. Entre Adolfo y yo había una sintonía especial, eramos del mismo curso escolar, yo le había hablado de pitar a él, y los dos estábamos en la dichosa catequesis. No sé a santo de qué, Adolfo me estuvo contando con pelos y señales el plan de vida que le había puesto al pobre Enrique (o Quique). Era como el suyo propio. Para acabar de convencerme de la bondad de su "plan", me dijo: "Ya verás, Gregory: o pita, o peta".

La frase me olió a cuerno quemado. Recuerdo que le espeté que eso era una barbaridad, y que lo más probable era que petara y que no le viéramos más. Recuerdo que consulté una corrección fraterna, pero no sé si me dejaron hacerla, o si la bronca que le pegué fue espontánea y sobre la marcha.

El caso es que, a los pocos días, Enrique, Quique, desapareció. Es evidente: petó.

El sistema de captación que nos cuentas no es un caso aislado. He visto muchos casos de verdadero acoso a personas para que se hicieran de la obra. Pero nunca me gustó. Siempre fui partidario de esperar, de dejar a la gente que hiciera oración, que fuera a misa, que sacara mejores notas. Que les costara. Siempre decía que un clavo que cuesta clavar es más difícil de que se caiga.

Pero en los últimos tiempos, desde que se podía pitar como aspirante, comprobé que se hablaba de pitar a todo el que aparecía por el centro más de dos veces. Incluso a personas que ni siquiera iban a Misa los domingos, ni se tenía una conciencia clara de que estuvieran bautizados. No estoy diciendo barbaridades: es lo que yo vi.

José Carlos: no tengo ningún documento en el que aparezcan estas cosas. Lo lamento. Pero son ciertas.

Esther, ya ves que te entendemos bien. No sé tu situación actual. Pero no sufras. Veinte años son muchos años. Pero queda mucho por vivir.

Un abrazo para ti, y para todos los amigos de la página. Y feliz 2004.

Gregory P.







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=468