Querido William Wallace: Soy Nacho Fernandez (Ignacio Fernández, ex agregado, no el numerario que se llama así igual que yo, también periodista y que también le gusta que le llamen Nacho Fernández). Me he dedicado durante casi 32 años de mi vida a la información religiosa, lo que era objeto de ridiculización por parte de algunos numerarios y algunos agregados de los centros donde estuve. Te puedo garantizar que esto es tan cierto como mi nombre. Cuando he leído tu artículo he pensado mucho en los fundamentalismos que existen en la Iglesia Católica y en la sociedad. Yo ahora me he liberado, sabes, y estoy muy a gusto...

   Supongo que William Wallace, el nombre con el que firmas tu artículo que acabo de leer en opuslibros, no es tan cierto como mi nombre de Nacho Fernández. Si no es tu nombre auténtico, atrévete a hacerlo, los lectores y los colaboradores de opuslibros, elogiarán tu valentía. Sobre todo, expresa tu auténtico pensamiento sin necesidad de recurrir a citas textuales de lo que dice el hasta ahora cardenal Ratzinger.

   Nos echas en cara a los Orejas de Guardia y a los que colaboramos en opuslibros.org que no hemos sacado ninguna reseña del nombramiento del nuevo Papa. Se ve que lees poco, ya que todavía no has descubierto que los martes no sale opuslibros y deseas que salga, porque tu lo quieres. Si algún día abandonas la Obra, cansado de todo lo que pasa dentro --yo lo experimenté y lo estoy reflejando en mis escritos de "El Buen Pastor" y "La ropa sucia se lava en casa..."-- no me gustaría estar a tu lado. Ese ímpetu no me gusta. Descubrirás que los mismos que ahora te dicen que escribas ese artículo te dan la espaldas. Incluso se arrogan los títulos de "tus amigos" y "tus hermanos"(?????).

   Mira, yo estuve como agregado (primero como numerario, luego oblato y finalmente agregado) casi 34 años en el Opus Dei. Cuando salí me propuse no destapar cosas que había vivido. A los dos meses, alguno de mis antiguos "amigos" y "hermanos" miraban ya para otra parte. Un día, en una calle estrecha de Madrid, me encontré a José Ignacio, mi antiguo director del Círculo de San Rafael y director mio en distintos centros, pero aunque estábamos solos, miró para otra parte. Durante dos días, con  un intervalo de uno por medio, no fui saludado por Jorge, también conocido por "tio Jorge" por su supuesta humanidad. Estábamos los dos solos en el andén de la estación  de metro de la Plaza de Castilla. ¿Estas situaciones no son de fundamentalismo? Los dos a los que me refiero superan ampliamente los 40 años de pertenencia al Opus Dei. Eso me llevó a abrir los ojos y empezar a escribir lo que había vivido. Si no es cierto lo que narro, ¿por qué no sale alguien explicando su verdad?

   Terminas tu escrito con el "viva Cristo Rey". Hablas de los muchísimos cristianos que están dispuestos a dar la cara en defensa de la Iglesia. Dudo sinceramente de tu apreciación. Si hay tantos seguidores, ¿por qué los matrimonios cristianos, incluidos los que marido y mujer pertenecen al Opus Dei, no producen más vocaciones para la Iglesia y sí para el Opus Dei? De los que se incorporan a la Prelatura ¿cuántos son los que perseveran? Te podría dar nombres de los primeros supernumerarios y de los hijos que se han  ido  de la Obra e incluso han perdido la fe. Como tienen derecho a su intimidad, se la respeto.

   "Viva Cristo Rey" es una expresión que emplean algunos grupos de la Iglesia. En mi época de estudiante de la licenciatura de derecho en la Universidad Complutense de Madrid  "Viva Cristo Rey" era una expresión que usaban grupos que defendían al anterior jefe del Estado de España. Por ello no me gusta emplearla.

Nacho Fernández