Una de las noticias de estos días ha sido la boda civil de Carlos, Príncipe de Gales y futuro Rey de Inglaterra, y Camilla Parker Bowles, su amiga y amante durante los últimos 35 años. El acto ha sido retransmitido en directo por la primera cadena de Televisión Española, la emisora estatal, con los comentarios de Cristina, una profesional de la casa; Concha, autora de un libro sobre la pareja que se unía; y Fernando, un periodista numerario del Opus Dei, que ha escrito un libro sobre la Reina de España.

   El hecho de la participación de Fernando en una retransmisión como ésta de una boda civil me indica que algo no va bien en el Opus Dei. Cuando era de la Obra se nos indicaba que no podía participar en un acto de una boda civil. No creo que las razones profesionalidad hayan sido las alegadas para justificar su presencia en un programa como éste. Que conste que no comparto la tesis que se me enseñó en la prelatura. No hace mucho, un sacerdote numerario participó en el convite nupcial de un compañero de información religiosa, con  el que apenas tenía amistad, que se casaba en  una ciudad a más de 200 kilómetros de distancia de su residencia habitual, lo que siempre oí como claramente desaconsejado. Claro que en la institución fundada por el Santo Marqués de Peralta existe libertad. Otro buen ejemplo de los nuevos tiempos del Opus Dei, si es que existen.

   Por ello, me ha aparecido bien que Fernando haya tenido la valentía de intervenir en un programa como éste, aunque nunca pudo dar doctrina del Opus Dei o de la Iglesia Católica. Lo más que se le escuchaba era expresiones como "el verdadero matrimonio". Luego no se atrevía a aportar totalmente la doctrina. 

Nacho Fernández