Recibo formación cristiana a través de Opus Dei desde los quince años. Por casualidad el otro día me metí en vuestra página y me gustaria comentaros unas cosas.

 

En ella afirmábais la especie de presión que se sufre por parte de los miembros de la Obra para conseguir vocaciones. Pues bien, debéis tener en cuenta que toda persona de este planeta tiene vocación y en el Opus Dei no se habla sólo de la vocación a dicha institución. Si insisten es porque a las personas en general nos cuesta mucho decirle que sí a Dios, que no es fácil renunciar a los planes que tenías. Insisten porque muchas personas necesitan un empujón que les haga reaccionar. Yo lo he experimentado en muchos campos de mi vida; en los que no me atrevía a entrar por miedo a lo que encontraría, pero que, tras una persona que me puso en mi sitio, se abrió para mí un horizonte nuevo. (y no me refiero a la vocación).

 

Muchas personas que salen rebotadas es porque no han sabido dejar las cosas claras. No han sabido decir que no cuando debían hacerlo. Se guardan las dudas o no son completamente sinceros y eso se acumula hasta que estalla. Las cosas hay que decirlas, si es necesario enfadarte con un miembro un poco más pesado, te enfadas y no pasa nada.

 

A parte me gustaría recordaros que para salirse del Opus Dei, sólo hace falta decirlo. Nadie te obliga a seguir porque las circustancias de las personas a lo largo de la vida cambian muchísimo y se puede estar seguro de algo en una época y en la siguiente no.

 

Y por último, no entiendo que oculteis vuestros nombres por represalias. Conozco gente que lo ha dejado después de quince años y os puedo asegurar que nadie ha tomado represalias. Sinceramente, tanto el prelado como sus miembros tienen cosas más importantes que hacer.

 

un cordial saludo,

 

Son de Alba