Hola a todos,

Me ocurre últimamente lo que a la mayoría de vosotros supongo, que no me da tiempo a leer todo lo que escribís y menos a contestar todo lo que querría. Hoy he vuelto sobre el correo de Satur del 06/III, y quiero unir mi voz a la de mi amiga Emeve para decir que es sencillamente genial. Que Dios te conserve para siempre esa cualidad que tienes de expresar de la forma más coloquial las cosas mas profundas, y de hacerlo de forma graciosa y respetuosa. Tú sí que sabes de didáctica; lo que se perdió Fomento-bucea... Disfruto muchísimo leyendo tus escritos, pero este último me parece de lo más.

Qué razón tienes con esa comparación de los fariseos. Y qué razón tienes cuando hablas de los excesos. Las ´anéssdotas´ del UNIV son tan graciosas como reales y por lo tanto patéticas. Pero es que esta ´santa pandilla´ no solo se limita a montar el espectáculo de cara al Papa, no… Alucinad (al menos yo aluciné 1000 en su día) que en el Colegio Mayor Alcor (Madrid, España), cuando iba algún padre de alumna poco convencido a realizar una visita y de paso fiscalizar lo posible, colocaban estratégicamente situadas a las numerarias más monas-e-ideales-de-la-muerte (traducción, niñas de pasta flora…) en la escalera de entrada, en el ante oratorio, en fin, en los lugares por los que iban a pasar los padres, con la sana e inocente intención (leído en cursiva) de que los pobres padres, criaturas inocentes, se pensasen-de-que sus hijas (tan normales y tan estupendas, por otro lado) se metamorfosearían en semejantes angelicales engendros si se quedaban allí...

Respecto a la imagen que los demás nos dan de nosotros mismos y que tan importante es para hacernos una idea mucho más ajustada a la realidad de lo que realmente somos, estoy en total acuerdo con lo que expresa Satur, pero además quiero añadir que para que los demás tengan más posibilidades de escucharnos y aprovechar esa visión exterior que les damos, es importante que nosotros les lleguemos con nuestras palabras. Y engancho con mi escrito de días anteriores  (02/III) acerca de los modos y los contenidos.

Leí con mucha atención el escrito de EBE del día (04/III). En general estoy de acuerdo con lo que dice EBE. Me ha hecho recapacitar sobre unas cuantas cosas y me parece muy interesante lo que dice acerca de la ´autoridad competente´… Es más, me parece flagrante que la Iglesia siga posando sus graciosas bendiciones y canonizaciones sobre semejante invento… Lamento resultar negativa tal vez (ya sabéis que no es mi estilo, pero las cosas son como son), pero el que nosotros escribamos aquí a la Iglesia le da igual, porque sin la valiosa contribución de esta Web la Iglesia ya hace mucho que sabe de los tejemanejes del opus, y en situaciones concretas y de extrema gravedad, ha contestado con el más traidor y ruin de los silencios a sacerdotes que desde dentro de la ´perlatura´ le han pedido auxilio a gritos.

Pero pienso que la funcionalidad que EBE da a la Web es tan importante como la que apuntaba Jacinto en correos anteriores. Y en ese sentido, además de contar experiencias negativas (que todos tenemos a manta desgraciadamente) hay que mostrar la parte optimista de estar fuera y el futuro brillante que espera a los que ya han salido o a los que lo están considerando. No quiero decir en absoluto que haya que matizar las cosas malas para que parezcan menos malas. No. Ni hay que proclamar las supuestas cosas buenas del opus dei para sacar una imaginaria media ponderada que sea más o menos aceptable, entre otras cosas porque cada una de las cosas malas que se cuentan aquí son de tal calibre que inclinarían de forma dramática e irreversible cualquier balanza hacia el lado negativo. Pero de cómo denunciemos todo lo negativo, depende que nuestra denuncia le llegue a más gente (´llegue´ en el sentido de que les cale hondo y se enteren bien, y ´llegue´ en el sentido de que lo lean todo y no se mosqueen y lo dejen a la mitad).

No seré yo la que justifique el opus dei por el hecho de que he aprendido cosas buenas durante mi pertenencia a la ´perlatura´, como alguien me preguntaba hace unos días. Por supuesto que no me merece la pena haber pasado por el opus para aprender lo bueno que aprendí estando allí, porque es evidente que esas mismas cosas buenas las podía haber aprendido en otro sitio. Pero de hecho las aprendí allí, y por el hecho de haberlas aprendido en un contexto viciado no voy a rechazarlas ni a negar su existencia. Esto es muy distinto a pretender animar a nadie a que se haga del opus dei para que pueda aprender esas mismas cosas buenas,  que es algo que jamás he hecho ni pienso que pueda en absoluto deducirse de ninguna de las afirmaciones que he realizado en esta Web en particular y en mi vida en general.

No os preocupéis que el opus dei no podrá borrar las cosas malas que ha hecho y hacer como si nada, entre otras cosas porque continuamente las sigue haciendo. Las mismas. ¿Cuantos años nos diferencian a los que formamos parte de esta Web?. Si cuando Nacho (por poner un ejemplo) pitó, yo (que no soy de las más jóvenes) tenía 6 meses…(seis meses de vida, no en el opus dei...). Y sin embargo las historias para no dormir que se repiten son las mismas, los métodos estalinistas que emplean son los mismos, el llorar y crujir de dientes con que amenazan si salimos es el mismo, todo es lo mismo. Desgraciadísimamente todo es lo mismo. Si un día el opus dei hiciese tanto bien que fuese capaz de borrar todo el grandísimo y  gravísimo mal que lleva hecho, a mí personalmente no me importaría olvidarme de lo malo que me hicieron (atención solo de lo mío; el perdón colectivo no existe, porque sale del corazón de cada cual). Pero como eso no tiene ni la más mínima pinta de ir a pasar a corto, medio, ni tan siquiera largo plazo, estoy de acuerdo en que no hay que olvidar porque es de justicia el no hacerlo. Y porque tenemos la obligación de dar testimonio por nosotros y por los que por una u otra causa (la mayoría muy amargas) no pueden hacerlo.

Dentro del opus dei hay sin embargo personas que a pesar de vivir engañadas, o amenazadas, o confundidas, o etc, hacen cosas bien y al menos en ocasiones, se comportan bien. Un ejemplo muy claro es el de mi padre, sin ir más lejos. Mi padre y yo (si algún día lees esto papá, perdona que te ponga de ejemplo sin pedirte permiso, pero eres la persona del opus dei que más y mejor conozco) hemos mantenido largas conversaciones acerca de lo que es o deja de ser el opus dei, de lo que se hace o se deja de hacer… Y los ojos (los del alma también) se le abren como platos!. Estoy segura de que hay muchas cosas de las que le cuento (y huelga decir que no se las cuento todas, que hay que ir con cautela de no provocar infartos, que mi padre ya tiene 73…) que no se las puede creer. Y eso que me conoce muy bien, que conoce mi trayectoria antes, durante y después del opus dei, que sabe mi situación actual, y que os puedo garantizar que jamás me ha empujado para que fuese a Misa, ni ha intentado nada de nada ni ha consentido que nadie apostolease ´gentilmente´ a mi marido hindú, ni nada que se le asemeje. Mi padre está todo el santo día liado con temas apostólicos varios. No apostólicos de dar la vara, sino de buscar conferenciantes, organizar conferencias, y demases. Encima se pasa tres días a la semana en la parroquia del Santo Marqués, que dice Nacho, ayudando gratis-total en chorradas varias. Hace las normas lo mejor que puede y todas las que puede. Tiene muchos defectos que por supuesto no os pienso contar, pero tiene infinitas virtudes. Es la persona más honesta que he conocido en mi vida. Si pensase por un momento que la voluntad de Dios no es que sea del opus dei, lo dejaría de inmediato, no lo dudo nada. Las cosas que hace las hace de corazón, aunque a veces se equivoca en el planteamiento o las formas, como todos nosotros. Pero mi padre no le hace mal a nadie. A mi me parece una esclavitud el plan de vida que lleva y pienso que en su caso concreto sería más-mejor que lo modificase y redujese, y así se lo he dicho, pero no me hace caso. Bien, es muy libre de no hacerlo, como yo de decírselo. Si a alguien hace daño por tanto es a sí mismo. Por eso yo me como el tarro lo que puedo para cuando surge la ocasión hablarle con claridad y con tacto, para que él esté receptivo a lo que yo le digo, y no se ponga a la defensiva nada más que escuchar el tono de mi argumento. Porque aunque lo que yo diga sea ´lo haces todo de pm´ (con perdón), si lo digo con un tono agresivo, él se cerrará en banda y me dirá que estoy equivocada. Seguro. Y aprovecho para aclarar que mi padre es una persona con una cabeza prodigiosa, no es que es gilito ni obedece cual cordero… Y ve muchas cosas que no se hacen bien, y las dice, o me las dice a mí, y se esfuerza por hacer el bien a todos los que la vida le pone cerca. Y he de decir que la mayoría de las veces lo consigue.

Podéis pensar quizás que para salvar a mi padre argumento en positivo del opus dei, pero os equivocareis al hacerlo. Mi padre sabe bien que de mi boca no sale nada positivo del opus dei (muy a su pesar). A veces salen algunas cosas positivas de algunas contadas personas del opus dei. Y esas cosas de esas personas las mantendré siempre mientras sean así. Porque esas personas (quizás es esto lo que no se comprende de mi argumento) serían así de estupendas aunque no fuesen del opus dei!. No es que el opus dei las hace buenas; buenas son ellas en sí mismas. Pero es una realidad que al menos a día de hoy son del opus dei, y por lo tanto las cosas buenas que hacen las hacen personas-del-opus-dei. Por eso no me parece correcto decir que en el opus dei todo el mundo es falso, que toda virtud es ficticia, y etc, etc, porque no es verdad. De ahí a justificar, matizar, o negar nada, va un trecho.

Yo no me voy a incluir en el grupo de los que sufrió poco. Yo sufrí mucho siendo del opus dei, porque el dolor como dice EBE es subjetivo y un mismo hecho produce daños diferentes a personas distintas. Mi sed de justicia y verdad ya os podéis hacer a la idea de cómo salió de allí… Quizás alguien ha supuesto que yo sufrí poco porque doy una visión optimista de las cosas por lo general, pero si es así el que lo hace no ha entendido nada de lo que he escrito hasta ahora. Yo empecé a escribir en esta Web para testimoniar que es posible recomponerse totalmente del paso por el opus dei, de que es posible que en un momento de la vida de cada cual el paso por el opus dei sea como una anécdota a pesar de lo que se ha sufrido estando dentro, de que el tiempo pone las cosas en su sitio, de que la paz en el alma es posible sin la más mínima comedura de tarro acerca de si hice bien o no, de si tenía razón o no, y demás. Vivir en positivo no es más cómodo, es solo una forma de enfrentar las cosas en general y esta en particular, y en mi opinión es más difícil que el vivir en negativo, porque lo que te pide el cuerpo al salir es despotricar, la mayoría de las veces. Yo no niego el pasado, eso es ridículo, el pasado, pasado está, pero forma parte de nuestra historia y de nuestro bagaje como personas. A mi me ha ido muy bien después que me tiraron y así lo testifico. Pero no me fue bien porque tuve suerte y debo tener consideración con los que no la tuvieron. Yo me curré mucho esa ´suerte´ y todos los demás pueden hacer lo mismo, cada uno a su medida, que yo no soy superwoman, ni nada que se le acerque...

Como efectivamente sufrí mucho supongo que quedo claramente fuera de toda duda sobre un pretendido intento de equilibrar la imagen negativa del opus dei. Los que han sufrido más (más en general, no más que yo, porque eso no es muy fácil de medir) a mí me parece que necesitan apoyo, cariño y manos amigas que tiren con fuerza de ellos hacia fuera, y a eso dedico mi tiempo y mi empeño, por si a alguien le sirve mi experiencia. No pienso pararme a hacer hogueras inquisitoriales como hacen ellos (los del opus, quiero decir), ni pienso emplear mis energías en decir mentiras acerca de ellos como por lo visto ellos hacen con Ana Azanza entre otros. La calumnia es sucia e indignante siempre, y hay que denunciarla siempre, por supuesto que sí. Esa es una de las cosas que no me gustaba del opus dei, no voy a hacer yo lo mismo a estas alturas de la vida, querría decir que no he aprendido nada en el viaje….

Cito a EBE (04/III) cuando dice que ´En su sentido más profundo, para llegar a la verdad de lo sucedido, es importante el sentido de la oportunidad. Porque si con el afán de «la verdad» uno termina contribuyendo a tapar el «pasado malo», no se contribuye en nada a la verdad´. Totalmente de acuerdo. Pero no convienen olvidar que la verdad no puede tapar nada, es lo que es, tanto lo bueno (escasísisisimo en el caso que nos ocupa), como lo malo (un montón); pero todo. Y el sentido de la oportunidad me parece que incluye el qué, el cuándo, el dónde y el cómo se dicen las cosas. Y quién las dice, ahí parece que todos estamos de acuerdo en que somos testigos de excepción (…….o no????......). Eso es exactamente lo que yo quería transmitir en mi correo acerca de la anestesia.

Un abrazo afectuoso a todos,

Isabel