A Sancho y Eutimio.- Emevé
Fecha Friday, 11 March 2005
Tema 040. Después de marcharse


Para los dos hermanitos.

Sancho, tal como me advertiste, estuve atentísima a la actualización de la web del 09.03. Te comento que me quedé varios minutos en la parte que dices “la conozco personalemente y es bien guapa” (sic.) y bueno, qué quieres que te diga, que un chico guapo te llame guapa delante de tanta gente, siempre agrada, gracias ¡eh!

En segundo lugar, casi estamos de acuerdo. Pero te digo un secreto (me parece recordar que te lo había dicho): yo hace unos años (tres o cuatro) choqué por casualidad con un foro de ex miembros del Opus Dei (me parece que yahoo), le di una ojeada superficial, no leí nada subido de tono y sin embargo dije “partida de renegados”, y cerré de inmediato, no leí más. Mira que si me agarraba en “esos días” les terminaba escribiendo “amargados!! Me dan peeeeeeennnaaaa.. pecadores” o alguna de las estupideces que ya conocemos. Y seguí yendo por un centro pensando que tarde o temprano me re- encontraría con Dios y con mi fe y que el único camino a Dios era la Opus. Y ya ves, ahora estoy aquí.

Lo que quiero decir es que cada persona tiene sus tiempos, sus momentos, y no es culpa nuestra que algunos nos insulten, como no es “culpa” nuestra que otros se enganchen con nuestros escritos (seamos sinceros, ninguno somos premios Pulitzer), es simplemente que las personas que entran y “enganchan” es porque en esa determinada etapa de sus vidas han “evolucionado” lo suficiente y ya en su propio interior han aceptado que el problema no son ellos y buscan otras respuestas. Al menos es lo que me pasó a mí. A lo que voy es a que cada quien debe escribir como le nace desde el corazón, eso sí, con la altura debida (es más, que te digan los orejas cuántos mails llenos de groserías, insultos, difamaciones y tal reciben al día y no se publican, ni a favor ni en contra). Pero el sentido de esta web (para mí) es ser un gran “encuentro” de exes que quieren “desvelar secretos y descubrir razones” que los hicieron (y a algunos todavía nos hacen) sufrir. Y a algunos estos aspectos de la “espiritualidad opusina” les causaron “romperse” e irse, y lo cuentan como les sale del alma (quizá a algunos con algo de amargura, porque tú sabes que eso duele) con el fin de ayudar a quienes pasan por su misma situación, sin más. Quiero decir que para mí, no tiene sentido que discutamos “in aeternum” sobre cómo se debe escribir en la web, sino que lo que hay que hacer es prestar atención en quiénes lo escriben, qué es lo que vivieron, y cómo los podemos ayudar. Por ejemplo, yo escribo mucho para que nadie sufra esto que paso yo, pero además, porque es mi única vía de escape, y cada publicación mía es también un pedido de atención, afecto y ayuda, y supongo que a todos nos pasa un poco. Eso era todo. (Sigo pensando en que me has llamado guapa públicamente, y esta noche no duermo, gracias!!)

Eutimio, me han gustado mucho tus aportes (1 y 2) a la web del 09.03, ambos escritos, y yo quiero imitarte y pedir perdón, porque yo también fui “Opus Dei”:

- A mis padres, por hacerles pagar convivencias, retiros, pasajes, hospedajes, medicinas, siquiatra... y no haberles dado (ni siquiera hoy) una explicación de qué es lo que me pasa

- A aquellas amigas a las que obligué a ir por el centro al que yo iba y a seguirme cuando me cambiaron de centro, porque estaban en mi “lista de San Rafael” y no las podía dejar

- A aquellas amigas cuya vocación yo nunca ví, pero sin embargo les creé crisis tremendas cuando un cura o una directora me lo ordenaba

- A aquella Agregada que entró porque la perseguí, y que lloró pidiéndome que no me fuera: perdóname B., mi directora me dijo que no le explique a nadie que me echaban por salud, y no pude dejar de obedecer ni siquiera al ver tus lágrimas

- A las que me dirigieron, por obedecerles ciegamente y no decirles nunca cuando me parecía que “eso no era de Dios”... y por qué no, al Opus Dei, por no haber sido nunca crítica sino haberme dejado dominar, y a la Iglesia, por no haberle advertido (hasta ahora) de qué es lo que deja crecer en su seno

- A mis amigos, los chicos (del “sexo opuesto”) con los que entablé amistad en el primer año de universidad, por cortar con ellos sin ninguna explicación y causar (especialmente a uno de ellos) un gran malestar y dolor, sin sentir ningún cargo de conciencia, porque yo “obedecía” y “quien obedece no se equivoca nunca”

- A la gente con quien me he cruzado “después de...” por no abrir mi alma y o dejarles entrar, incluyendo a aquellos que me han querido y no he podido querer...

Un fuerte abrazo a los dos “hermanos fantásticos”.

Emevé









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=4349