Empezamos con las excusas (Cap.2 de 'Tertulia pirata...').- Ludwik D´Alancourt
Fecha Sunday, 06 March 2005
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


EMPEZAMOS CON LAS EXCUSAS

Cap.2 de 'Tertulia pirata en la red'

Enviado por Ludwik D´Alancourt, 6 de marzo de 2005

 

Tercer round... empezamos con las excusas

La hora de la comida pasó tranquila. Excesivamente tranquila a mi modo de ver. Sin duda alguna parece que todos estábamos en lo mismo. Ahí nadie había ido a estudiar. Aquello era un trampa para todos. Aquello era o pitabas o pitabas, y todos habíamos pasado los primeros rounds.

La tertulia pasó igual de tranquila, y luego vino el rosario. Unos estaban sentados, otros paseaban, y empezé a cavilar como podría ganar tiempo. Mi cabeza generó un solución rápida. Aquella finca era enorme, y me empezé a alejar cada vez en mis paseillos, y finalmente terminé en una zona bastante desierta de la finca. Jajaja ! eso creía yo. De repente empecé a encontrarme gente por todas las esquinas. Un cura le daba la tabarra a uno, Chomín, "Oh sorpresa" estaba sentado con otro chaval en una zona muy remota...



Aquello era una auténtica zona de guerra. Todos atacaban. Según paseaba, rosario en mano, y podía ver la cara de todos aquellos muchachos, y eran auténticos poemas de dolor.

Chomín me vio, me saludó y me dijo, que suerte ! precisamente quería hablar contigo. Antes le dijo al que estaba con él, recuerda siéntate tranquilo y lee Camino.

Coño, había que hacer fila hasta para que te hablaran de pitar, esto era la leche!.

Chomin me agarró cariñosamente, y me dijo que fuéramos al banco de por la mañana. Se alegraba mucho por verme de nuevo en tan poco tiempo.

-"Bueno, entonces leiste Camino..."

-"Un poco..."

-"Camino, no se lee un poco, Camino es para meditarlo y saborearlo... es una auténtica joya espiritual, pero eso lo aprenderás con el tiempo..."

-"Dime entonces vas escribir la carta?"

Vaya hombre, ahora hay que escribir una carta...

-"Una carta para qué?"

-"Una carta para pedir la admisión"

-"No sabía que había que escribir una carta..."

"Pues ahora ya lo sabes..."

-"Entonces, ya lo tienes claro."

La cosa se estaba poniendo fea, había que inventar algo rápido, yo no quería nada de eso.

-"Pues la verdad es que no lo tengo muy claro, Camino en vez de abrirme la mente, me la ha cerrado más..."

-"Ya, bueno no tenemos mucho tiempo, tienes que escribir la carta ya..."

-"Es que no quiero hacerlo..."

-"Mira es la voluntad de Dios que lo hagas, que le vamos a hacer, te vas a enfrentar a Dios?"

Joder... aquello estaba que ardía.

-"Es que tengo que pensarlo..."

-"Bueno, lo mejor es que lo consultes con la almohada, y mañana temprano escribes la cartita..."

-"Está bien entonces, lo consultaré con la almohada (que consejito tan bueno)

Ese día no cené y me fui a la cama. Me encerré en mi cuarto y lloré. Los niños no lloran me repetía a mi mismo, mientras las lágrimas me salían a borbotones. La verdad es que no fueron ni las primeras lágrimas que eché en el Opus ni las últimas. Me sentía impotente. Era un prisionero. Me quedaban demasiadas horas por delante, y Chomin estaba claro que no pensaba ceder.

Veríamos que pasaba mañana.......

 

Cuarto Round: de numerario aquí y ahora

Me desperté de madrugada lleno de sudor. Aquello no podía estar pasando (todavía hoy me despierto a mitad de las noches asustado, la presión me agobiaba). Fui al baño común. Las luces estaban apagadas. Sin embargo, se veía que la zona de habitaciones estaba en plena actividad. Volviendo del baño, oí varias frases entrecortadas del tipo:

*"Paco, que no coño, que no doy para esto..."

Otro que decía:

*"Mi novia me va a matar y mi padre también si se entera..."

En fin, me consoló el saber que no era el único que las estaba pasando canutas.

Era sábado en la mañana. El dia estaba espléndido, y empecé a creer que podía llegar a tener un rayo de esperanza de poder escabullirme. Qué equivocado estaba.

Chomín me agarró poco después de desayunar, y volvimos al banquito famoso con vistas a la ciudad.

-"Mira, Ludwik, hace muchos años yo también estuve sentado en este banco, donde tu estás ahora, y al final me decidí a tomar la decisión del gran paso de mi vida..."

-"No, si verdad que la vocación es una cosa muy importante... y lo he pensado, y creéme estoy dispuesto a escribir la carta pero de supernumerario" (después de todo no hubiese sido tan mal hacerlo de esta manera pensaba yo en el momento).

-"Huy que alegría me das... pero no puede ser."

-"Y por qué?"

-"Mira, la Voluntad Divina es que lo hagas de numerario, y que te entregues de forma total... el matrimonio está muy bien, si no existiese tú y yo no estaríamos aquí, es verdad pero eso es para la clase de tropa como dice Camino"

-"Chomin, la verdad es que a mí no me importa ser clase de tropa, no tengo mucho interés en dirigir ejércitos..."

-"Ludwik, dejémos de perder el tiempo, tienes que pitar de numerario aquí y ahora... y punto"

-"Pero es que..."

Chomin estaba visiblemente molesto. Y me dio la impresión que o pitaba, o este tío me iba a dar una samanta de palos ahí mismo.

-"Nada, nada, agarra vete donde Ramón, el director de la convivencia, y dile que quieres pitar inmediatamente de numerario, venga."

Acojonado, me levanté como si tuviera un muelle en el culo. Me dí la vuelta, y me fui a buscar al tal Ramón el cual no sabía quien era. Eran apenas las doce del día.

Llegó la hora de la comida y el tal Ramón va y me espeta en el comedor:

-"Te estoy esperando para escribir la carta"

Qué manía le tomé! y qué manía le tuve durante 10 años (y le siguo teniendo)

-"Es que tengo que comer"...

-"Escribir la carta es más importante!", de que terminemos te vienes conmigo y se acabó!

-"Pues vale..." (qué remedio)

Al lado mío en el comedor se sentó un tío de la Delegación. Me dijo:

-"Qué suerte tienes... vas a ser el primer numerario de la convivencia !"

-Y por qué?

-"Bueno, han pitado varios, pero de supers..."

-Pues qué raro, porque me dijeron que no podía hacerlo de supernumerario"

El hombre habló bajito y me dijo:

-"Mira, lo que pasa es que a los chavales como tú, el Señor les pide todo, a estos tíos mayores, que tienen todos historias tristes, el Señor les pide otra cosa..."

-"Pero yo también tengo historias tristes..."

-"No te preocupes, las tuyas no son suficientemente tristes"

Terminamos de comer, y Ramón se me acercó y firmemente me dijo:

-"Te espero AHORA MISMO, en mi habitación"

Bueno...


Creo que ya es tarde... os veo la cara de sueño... y manaña hay que ir a trabajar. Seguiremos después con esta tertulia. No os preocupeis, os prometo que en breve tendréis noticias mías.

Apago el cigarro.


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