El apostolado.- eutimio
Fecha Friday, 04 March 2005
Tema 070. Costumbres y Praxis


He de reconocer que, cuando estaba dentro del Opus Dei, era poco crítico con la institución y sí lo era con algunos directores. Alguna de las consideraciones de las que expongo aquí se las comenté a un director de San Rafael cuando yo era miembro de un consejo local y me dio la razón.

Según entendí siempre, el apostolado en el Opus Dei se hacía en la actividad normal de cada uno en medio del mundo y era un apostolado de amistad y confidencia. También entendía que el apostolado era una sobreabundancia de la vida interior.

En mi experiencia que, como podéis ver en mis escritos, es bastante positiva, la mayoría del apostolado que se hacía no era tal (por no ser algo que salía de forma natural de las personas sino de las arengas de los directores) o no era el del Opus dei (por no ser de amistad y confidencia o por no hacerse en el lugar que a cada uno correspondía en medio del mundo).

El apostolado según el espíritu del Opus Dei es de amistad y confidencia. No sé cuál es la media de amigos que tiene la gente, pero no da para que te piten tres al año, ni dos ni uno. La amistad es algo natural al hombre (y es algo maravilloso que muchos numerarios/as desconocen) y supone tiempo: una amistad no se hace en un mes salvo excepciones y, desde luego, nunca se hace “uno al mes”. Me considero un apersona sociable y me precio de tener buenos amigos. Por lo mismo no los puedo contar, pero amigos de confidencia, de esos con los que se puede hacer un apostolado natural, debo tener, como mucho, unos 20 y son los mismos desde hace años con alguna incorporación anual. Con otros se va perdiendo el contacto porque la vida no da para más. Luego está la familia.

No vale instrumentalizar la amistad: ni buscar amigos con el fin de hacer apostolado. Poner objetivos numéricos en el apostolado personal es una aberración. Un director nunca debería preguntar: “¿A cuántos amigos has invitado a la meditación?” o “¿cuántos amigos tuyos van a ir al curso de retiro?”. La verdad es que la palabra “invitar” ya me pone un poco nervioso.

Hace un par de años me llamó el que fue director de un centro en el que viví y que ahora trabaja en una delegación. La conversación fue la siguiente:

Eutimio: -¿Diga?

Plómez: -Hola Eutimio, soy Plómez.

Eutimio -Hola Plómez, cómo es que tienes mi teléfono.

Plómez: -Llamé a casa de tus padres y me lo dieron. ¿Qué tal te va? ¿Estás casado? ¿Tienes hijos?

Eutimio -Sí, estoy casado y tengo un hijo.

Plómez: -Me gustaría quedar contigo

Eutimio -¿Para qué?

Plómez: -Para charlar

Eutimio -¿De temas píos?

Plómez: -Sí

Eutimio -Pues va a ser que no. Adiós y gracias.

Me quedé con las ganas de contestar:

-Mira, no quedo contigo porque no somos amigos. No has sabido nada de mi desde hace diez años, nunca hemos hablado cuando vivíamos en distintos centros y esto que estás haciendo no es apostolado, es el ridículo. Y me preocupa que alguien con encargos de gobierno no se entere ni de esto. Mal vamos.

No se lo dije porque me pilló de sorpresa y porque probablemente no lo habría entendido. Se lo tendría que haber dicho al imprudente, inconsciente o necio que le ha dado a este individuo (porque eso es lo que es: un individuo) un encargo de gobierno.

No he analizado las cosas con la profundidad de otros asiduos de la Web, pero cuando pienso en estas cosas sigo viendo más problemas de praxis que de espíritu. Eso sí problemas de praxis muy enquistados y con fuerte metástasis. Y sí es cierto que en algunos temas la mala praxis envicia tanto el espíritu que lo deja irreconocible.

 

No tengo las ideas tan claras como los que lo ven todo blanco o todo negro: tengo muchísimas dudas.

 

Abrazos a todos y uno muy grande para los masoquistas que se han leído este artículo (por algo teníais que sustituir las disciplinas y el cilicio).

 

Eutimio









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=4295