Hola Orejas.

Quisiera contestar a Dionisio (28/02/05)

Yo soy hija de supernumerarios, y siempre en mi casa se habló y se practicó la religión católica.

Siempre hubo por la casa estampitas, hojas informativas, telvas y mundos cristianos. Los domingos íbamos a iglesias de la opus a misa. En los viajes rezábamos impepinablemente, el rosario en el coche, etc. Sin embargo, explícitamente de la opus, no se hablaba ni mu. Era como un fantasma, todos sabíamos de ella, pero nadie la mencionaba. Todo/as fuimos a convivencias, campamentos y clubs de la opus por iniciativa de mis padres, pero como otros pueden hacer lo mismo con otras organizaciones. Todos sabíamos cuándo un hermano/a se metía, y cuándo se salía, cuándo otro/a estaba siendo acorralado y cuando salía corriendo, pero el tema no se mencionaba. Yo jamás le dije a mis padres que me había metido en la opus, pero todo/as sabían que yo era numeraria de la opus.

Hace poco, hablando con una hermana mía, me di cuenta de que mi experiencia en casa es totalmente distinta de la suya. Mientras que yo siento que fui arrojada a las garras de la opus, ella piensa que fue defendida de ellas... ¿Cómo se come esto?. Mi conclusión final es:

primero: me tocó vivir el momento de mayor fanatismo de mi madre

segundo: ella realmente se percataba de que ser numerario/a era una p..., y me sacrificó a mi.

De mi padre sólo puedo decir que es un gran católico practicante, pero que vive su vocación a la opus a título totalmente particular. Por lo demás es un tío completamente normal, que se va haciendo mayor y disfruta con la compañía de su familia, sin más.

Contrariamente a lo que pueda parecer por lo que escribo, me llevo fenomenalmente con mi madre y con mi padre, ella ha cambiado mucho y lo que antes era pura intransigencia, ahora es pura tolerancia.

Leyendo vuestros testimonios, creo que soy muy afortunada en cuanto a los padres-de-la-opus que me han tocado en suerte.

Un fuerte abrazo a todo/as y en especial a quien más lo necesite.

Valle.