Hola amigos,

En los últimos días leo en la web que el opus tiene cosas buenas, que no fue todo tan gris o tan negro, que resultaba atractivo, etc. Es cierto que algo nos llevó a la obra pero ese algo era un espejismo, un montaje muy bien estudiado y premeditado para que mordiéramos el anzuelo. Detrás había una gran mentira...

Yo, de entrada y sin anestesia, digo que soy un ex numerario que tiene la certeza de que la institución, el sistema, el invento que Escrivá llamó ‘humildemente’ “la Obra de Dios”, no tiene nada bueno. Y lo que tiene aparentemente de bueno, no es del opusdei. El señuelo y el cebo son la teoría –que copia del Antiguo y Nuevo Testamentos y de algunos –pocos-, doctores de la Iglesia-, y teoría que no pone en práctica. Si el opusdei pusiera en práctica el Evangelio, se autodestruiría. Ojalá lo ponga en práctica alguna vez. Otra cosa son las personas que, engañadas por ese señuelo, entramos, siguen dentro, salimos, nos salieron, saldrán o aparecerán sus nombres en "Romana" cuando mueran.

Sobre una mentira que yo considero es el “espíritu” del opusdei-, no se puede edificar ninguna verdad. Más temprano que tarde vemos al entrar (entrada o carta de admisión, que tiene que ver mucho con la coacción  –ah! el proselitismo y la cuota apostólica y las metas cifradas anuales por la delegación para cada centro-), que aquello no tiene ni pies ni cabeza. Y lo seguimos viendo a medida que pasan los meses y los años, pero al anularnos poco a poco la capacidad de razonar “por ser tentaciones del demonio”, seguimos otro mes más y luego otro, aunque como muy bien explica E.B.E., en el fondo intuimos que tenemos “Los días contados”.

El adoctrinamiento es engañoso y falso y anulada la capacidad crítica y asumido “el espíritu del opusdei”, puede mucho el miedo a la infidelidad puesto “que salirse de la barca es ir abismo”, “estás aquí porque Dios te ha llamado”, “Dios cuenta contigo para hacer el opusdei”, “te falta sentido sobrenatural”, “no querrás ser otro Judas”, “nadie que se ha ido de la obra ha sido feliz”etc, etc, etc. A la coacción para entrar se suma la coacción para seguir. Seguir aunque enfermes, seguir aunque no entiendas, seguir aunque llores, seguir aunque te quieras ir. Afortunadamente para muchos de nosotros, la conciencia pudo más y nos fuimos. Nos denigraron, nos injuriaron y nos calumniaron cuando alguien preguntaba por nosotros, porque, de cara a los que siguen dentro, el que se va es “porque no ha sido generoso”, “no ha podido superar la pureza”, “reza por él que lo va a necesitar”... La obra (su “espíritu”) nunca es responsable ni la causante de la salida; el malo es el que se va. Y a los que les dicen que se vayan –para mí, una muestra más de la crueldad del opus porque suelen decírselo a los que en ese momento no se quieren ir pero no se lo dijeron cuando en algún momento plantearon que querían irse-. A ellos, mi enhorabuena porque os han evitado años de tortura psíquica, espiritual y física.

Pero escriben amigos a la web recordándonos “lo bueno” que tenía y tiene el opusdei. Personalmente no me preocupan los que pertenecen a la obra y dicen lo que tienen que decir: nos insultan, descalifican, etc. Me preocupan más los ex miembros que –quiero pensar de una manera inconsciente-, intentan dejar el mensaje de que “todo el mundo es bueno”, “que qué mas da”, “que no fue tan mala la experiencia”... Es como si también en esta web se quisiera solapar los testimonios duros y crueles sufridos por tantos, “ahogando el mal (el mal = nuestras experiencias) con la abundancia de bien (el bien= los ex miembros que olvidan lo malo y sólo recuerdan lo bueno).

Si pongo un ejemplo, creo que se me entenderá mejor.

Si denuncia una mujer que ha sufrido maltrato, ¿es que no ha”visto” la parte buena de su maltratador?. ¿Mejor que calle y se quede con “lo bueno” de su maltratador?. ¿Si la matrataba sería porque algo habría hecho para merecerlo?. “Mi marido me pegaba lo justo”. ¿De eso se trata? Entonces, que nadie denuncie nada en ningún ámbito de la vida ni de la sociedad en la que vivimos. No denunciemos el racismo, ni el mobbing, ni la violencia, ni las violaciones de los derechos humanos, ni los niños secuestrados para la prostitución... Seamos tan buenos que ¡qué más da!, ¡que sigan!. Opus: aquí tienes mi otra mejilla en el rostro de otros adolescentes, otros críos, otra gente inocente, generosa, confiada. ¿Que repitan con ellos los que hicieron con nosotros porque, al fin y al cabo, el opus “tiene cosas buenas”?.

Repito, de una mentira no se puede construir una verdad. Y yo no olvido y lo repetiré muchas veces en la web para que otros no pasen por lo que hemos pasado la mayoría de los ex miembros en esa gran mentira -ese maltratador- que es el opusdei.

¿Quién contruyó esta casa pequeñita
y dejó tan cerradas las ventanas
que se quedó mi alma toda a oscuras?

(Emily Dickinson)

Saludos

Brian