Hijos de supernumerarios pasando por el aro (Anécdotas XII).- Dionisio
Fecha Monday, 28 February 2005
Tema 080. Familias del Opus Dei


Anécdotas XII

Cap.12 de 'Anécdotas en el Opus Dei'

Enviado por Dionisio el 28-02-2005

 

Anécdota 25.

 

Los Martínez eran una pareja de supernumerarios que habían pitado antes de conocerse y casarse. Ellos estaban dispuestos a ser una de esas familias que el opus quiere: un semillero de vocaciones para la obra. Yo le conocía muy bien a él y puedo dar fe de que era muy buen chico. De ella puedo decir que no tengo ninguna prueba que me impida afirmar que era muy buena chica. Realmente buenos los dos y concentrados en la labor...



Apenas se casaron empezaron la producción de hijos con una generosidad admirable, que iba más allá de su presupuesto, pero ese no es el tema de esta anécdota. Pasados algunos años los niños mayores iban creciendo. Recuerdo perfectamente aquella tarde en la que encontré a los Martínez, mamá, papá e hijitos. Ellos rebosando emoción y afán proselitista le pidieron a la niña mayor: Dile al tío Dionisio qué quieres ser cuando seas mayor. A lo cuál María de los Ángeles con su media lengua y una adorable sonrisa respondió: “Numedadia.” Así, con des en lugar de eres.

 

Pobrecita mía, todavía no puede haber cumplido los catorce años y medio, Dios tenga compasión de ella y no le tome la palabra. De todas formas, creo que sus padres ya se están dando cuenta de que ser “numedadia o numedadio” no es algo muy recomendable para su descendencia.

 

El señor Martínez estaba a mi cargo y en cuanto le pillé le di una severa reprimenda por semejante barbaridad. Puso la poco caballerosa excusa de que eran cosas de su mujer. Algunas pocas veces más presencié escenas semejantes en otras familias. Quizá se corrió la voz de que Dionisio te echa una bronca si le haces esa gracia.

 

Recuerdo otra, en la que los padres tenían poca relación conmigo. Me contaron éstos como sus niños desde muy pequeños al levantarse de la cama besaban el suelo y decían serviam, rezaban el ángelus en latín y pedían por la intención especial, entre otras habilidades opusinas. Supongo que lo hacían con buena intención, queriendo agradar a Dios y hacer lo mejor para sus hijos. Sin embargo, los resultados no fueron tan atractivos para el opus. Prefiero no entrar en detalles.

 

Para ser honesto, debo decir que no me consta que esta sea una práctica muy frecuente en las familias relacionadas con el opus. Yo creo recordar unos cuatro o cinco casos. Yo siempre traté de impedir semejantes abusos a los niños. Sin embargo, no estoy seguro de que todo el mundo hacía lo mismo.

 

¿Algún oreja tiene referencia de cosas parecidas?

 

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